�Las lágrimas fueron el denominador común en los hockistas y el cuerpo técnico de Richet tras obtener por primera vez la Liga Nacional A1. Uno de los más conmovidos por el logro fue Gonzalo Romero, quien destacó que “esto no tiene palabras. Es lo máximo. Sé que desde el cielo, mi abuelo (Miguel) debe estar muy feliz por este título. Es el esfuerzo de todo un año, de un club que siempre va para el mismo lado”.
Su hermano, Emiliano, otra estrella del campeón, apuntó que “la figura es el equipo, no alguien en particular. Hoy (por ayer) supimos muy bien hacer nuestro partido que era esperarlos y salir de contra. Ellos entraron muy presionados por tener que ganar y lo aprovechamos realmente bien”.
En tanto, Federico Sánchez, subrayó que “el partido fue bastante duro, el calor era tremendo en la cancha y eso condicionó un poco el ritmo del segundo tiempo. Por suerte, lo supimos cerrar bien y ahora es el momento de festejar. Este grupo se merece una alegría así”.