Resulta raro que en la última fecha de la zona clasificatoria, Alemania (campeona del mundo en los años "54, "74 y "90) tenga la obligación de conseguir un triunfo ante Ghana para no quedar eliminada por primera vez en su historia antes de los octavos de final de un Mundial. Los europeos tienen 3 puntos mientras que los africanos son los líderes del Grupo D con 4 puntos. En el otro juego están Australia (1 punto) y Serbia (3 puntos) y donde ambos tienen la ilusión de meterse por primera vez entre los 16 mejores. Ambos encuentros se disputarán desde las 15.30.

"Tengo más alegría que miedo", explicó ayer el entrenador del seleccionado alemán, Joachim Löw. "El choque será duro pero sabemos que tenemos todo para doblegar a Ghana", aseguró el técnico. Por su parte Ghana llega al partido con la presión de ser el único equipo africano con chances de seguir en la competición. Pero no parece que esa carga pese demasiado: Kevin-Prince Boateng, futbolista de Ghana y hermano del alemán Jerome Boateng dijo que "me da lo mismo si Alemania pierde, yo juego para ganar".

El otro encuentro entre Australia y Serbia también tiene condimentos especiales. Es que ambos equipos buscarán dar la sorpresa. Los europeos tienen más posibilidades, pero los oceánicos no se dan por vencidos y buscarán dar el gran batacazo desde atrás.