El sindicalismo opositor con Hugo Moyano y Luis Barrionuevo a la cabeza concretó ayer una demostración de fuerza ante la Casa Rosada, al realizar una manifestación en la Plaza de Mayo para reclamarle al gobierno nacional por ‘la inseguridad, por la inflación y por la pobreza‘.

Las centrales obreras difundieron un documento, titulado ‘El desánimo de los argentinos‘, en el que advirtieron que las respuestas a sus reclamos no llegarán con ‘ajuste ni devaluando‘, alertaron sobre la ‘desocupación‘ y denunciaron que el ‘gobierno está encerrado en su propio laberinto‘.

‘Los trabajadores saben quiénes son los dirigentes que jamás los vamos a defraudar‘, manifestó Moyano al término del acto, mientras que Barrionuevo prometió ‘defender los derechos de los trabajadores‘. La movilización agrupó a trabajadores de distintos gremios de la CGT Azopardo y la CGT de Barrionuevo, pero también incluyó la adhesión de la Unión Tranviarios Automotor y La Fraternidad, que pertenecen a la CGT oficialista.

‘Hoy no es solamente un acto de los trabajadores, es un acto de la sociedad‘, resaltó uno de los locutores desde el palco para pedir que se eviten las banderas que identificaban a los gremios. Pese a ese objetivo, la participación de la sociedad civil se limitó a un reducido grupo de personas que se concentraron sobre la Avenida Rivadavia, donde también se apostaron representantes de la Mesa Nacional de Jubilados.

Durante la movilización se resaltó la presencia de familiares de víctimas de la inseguridad. El escenario se montó cerca de la Pirámide de Mayo y de espaldas a la Casa Rosada. Hubo niños con un cartel que decía: ‘Políticos presenten atención, somos el futuro‘. Mediante el documento que se difundió, las centrales obreras advirtieron que ‘la desocupación amenaza‘, mientras que se reclamó ‘un gran acuerdo‘ contra el narcotráfico. En su conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sugirió ayer que ‘si la seguridad pública‘ es el reclamo de la marcha, deberían dirigirla ‘al gobernador Daniel Scioli en Buenos Aires; a José Manuel de la Sota en Córdoba; a Antonio Bonfatti en Santa Fe; y al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri‘.

Fuente: DyN y Télam