Volvieron los rostros de preocupación. Es que durante septiembre se desplomaron los despachos de vino al consumo en el mercado interno con una caída del 12,23% respecto al mismo mes del año pasado. Para los primeros 9 meses del año, las salidas para el mercado local registran una caída acumulada de casi el 8%. Estos datos los anticipó el INV la semana pasada, y volvió a encender luces amarillas, fundamentalmente en algunos sectores de la industria que se animan a pronosticar una buena temporada para el próximo año y donde les preocupa los excedentes que pueda dejar la actual vendimia. Mientras tanto, en el acumulado de enero-septiembre de 2010, los volúmenes de vinos comercializados en el mercado interno y en el externo, totalizaron 9 millones de hectolitros, registrando una disminución del 7,04% con respecto a igual período de 2009. Los vinos genéricos cayeron 16%, mientras que los varietales bajaron 4%. Sólo los espumantes crecieron un 24% en este mes, destaca el INV. Con esta tendencia en el sector ya nadie duda que el año terminara en rojo. Desde Bodegas de Argentina advierten que "el consumo de vinos viene cayendo en el mundo y Argentina no escapa a ello. Retroceden los vinos de baja calidad, mientras crece el consumo de los de media y alta gama, pero este año observamos un fenómeno donde la caída está alcanzando a todos los segmentos fundamentalmente por un problema de precios", explicó. Casi en coincidencia, desde la Unión Vitivinícola Argentina, explicaron que "la caída de los despachos este año rondará el 5%, y todo dependerá de la variable de precios". Con un diagnóstico coincidente, habrá que estar atentos a los lineamientos que se trazó el Plan Estratégico Vitivinícola en su último encuentro en el Valle de Uco mendocino, para intentar equilibrar una situación, al menos compleja.