<BF>* Llegar a los 80:<XB> "La vida es un misterio: hay gente que se muere a los 40 de cáncer, sin haber fumado ni bebido jamás. La salud también es un misterio. Mientras tanto yo siempre he sido muy ordenado, he trabajado mucho desde pequeño. Soy español, nací en Castilla, tierra llana y de agricultura. Mi padre, en la época de cosecha, nos hacía trabajar en el campo. Por eso digo con orgullo que he hecho tres universidades: la de San Juan de Dios donde estudié, la de la Sorbona donde me recibí en Letras y la tercera, la mejor de todas, el campo de mi padre”.

<BF>* Argentina en su vida: <XB>"Fui a un colegio marista y en algún momento en el secundario me hicieron la propuesta de ser hermano, que no es ser cura, pero si llevar una vida religiosa con votos de castidad, pobreza y obediencia. Yo vengo de una familia muy católica y no tuve dudas. A los 18 años me mandaron a un noviciado y apoyar el trabajo de la Congregación. Y en el sorteo, el destino me trajo a la Argentina. Acá descubrí que la azul y blanco, me copa”.
<BF>* La docencia.<XB> "Es una gran oportunidad para hacer de este mundo, algo mejor. Yo he enseñado en colegios de todos lados y he estado con niños de todas las edades. He dado clases 7 años en 1¦ grado, pero también en el secundario y en la Universidad del Salvador, donde tuve de alumno, nada más ni nada menos que al Papa Francisco. Era callado, nada que ver con la imagen del Papa de ahora, que es un comunicador nada y super extrovertido. Era el último de la fila. Todavía lo veo sentado, en la clase de Teología de 4¦ año del Seminario. Cuando estuve con él, el 27 de junio del año pasado, no sólo se acordaba de mí sino que me dijo que con sus compañeros me llamaban "el profesor conserva” porque yo no era fanático de la teología de la liberación. Yo me di el gusto de decirle que no era conserva, ni liberal. Yo era y sigo siendo realista, con los pies en la tierra. Hoy por hoy, por dar un ejemplo, creo que el educador tendría que nutrirse los principios de la pedagogía de la trascendencia, de la pedagogía de la exigencia, de personalizar su enseñanza en base a lo afectivo y a la inteligencia emocional para poder dar respuesta a las necesidades de la sociedad. Ese es el gran desafío”.