La cápsula en la que viajó ‘Félix Sin Miedo’ está diseñada para protegerlo. La nave pesa 1.315 kilos, tiene 3,4 metros de alto y 2,5 metros de ancho. La mayor parte de su estructura es de fibra de vidrio reforzada y poliepóxido. La cubierta externa está especialmente creada y presurizada para aguantar las temperaturas de hasta 70 grados bajo cero. El aventurero no quiso abrir un paracaídas especial para estabilizar el descenso y dijo que siempre estuvo consciente.
