Era la gran chance de cumplir con el requisito indispensable de ganar al menos una carrera en la temporada para así coronarse campeón. Ante su gente, las 42.000 personas que colmaron el autódromo de Paraná (Entre Ríos) y que se ilusionaron aún más con el hecho que su piloto, Mariano Werner (Ford), partiera en la primera posición de la grilla. Aunque Mariano Altuna (Chevrolet) tuvo otros planes y después de la antepenúltima fecha de la temporada del Turismo Carretera, la historia sigue parecida. Es que si bien Werner le sacó más ventaja a su escolta en la Copa de Oro, Lionel Ugalde (Ford), sigue sin imponerse en una final. Además Altuna, actual subcampeón de la categoría más popular del país, es otro potable para coronarse y ya está tercero en el torneo a 17 puntos. Esta lucha final de película potenciada porque en la fecha decisiva, en Buenos Aires el 28 de noviembre, entrega puntaje y medio.
La competencia tuvo en su inicio al momento más significativo y fue cuando Altuna, con una brillante largada, le ganó la cuerda a Werner y de ahí en más siempre se mantuvo al frente, aunque en muchos pasajes el asedio del local fue asfixiante. Altuna aguantó todo, porque el que estaba a los escapes de su auto era nada menos que el piloto que más ha girado en el escenario paranaense, desde los monopostos hasta los TC, lo conoce como nadie y sin embargo no pudo quebrar la resistencia del de Lobería. A los dos le faltaba la obligada victoria que los habilita a la corona, esta vez fue para Altuna quien contó con un auto espectacular, pero Werner se quedó con la sangre en el ojo. Y es que estuvo muy cerca de desatar la fiesta entrerriana.
Por otro lado, la lucha en pista que libraron Rossi y Canapino fue muy atrayente y de a ratos muy picante porque ambos también siempre fueron al límite y algunas maniobras peligrosas. Rossi le tapó dos veces el camino a Canapino hasta que fue apercibido por los comisarios. Después repitió el accionar, pero no recibió ninguna sanción cuando se imponía la exclusión con bandera negra. Ugalde se prendió de a ratos en ese trencito, incluso llegó a superar a Canapino, pero sabida es la buena conducta del marplatense, quien prefirió cuidar todos los aspectos pensando en las dos últimas carreras. Más atrás y en otra dimensión Ponce de León pareció recobrar en parte el protagonismo que lo llevó a ser el amplio dominador de la etapa regular y que había perdido desde el inicio del Play Off. El de Junín fue sexto, pero en franca recuperación. Moriatis padeció un auto lento que no le permitió en ningún momento prenderse en la lucha, algo similar le sucedió a Christian Ledesma (Chevrolet) quien apenas pudo arrimar al undécimo puesto.
