La Historia está sujeta a un determinado método que es el que permite la construcción de los hechos históricos. Implica que es indispensable que existan documentos escritos sobre lo que deseamos estudiar. Es imprescindible que lo que afirmemos tenga sustento documental.
Lamentablemente se afirman muchas cosas y lo que es más grave se enseñan oficialmente ‘conocimientos‘, que son producto de la imaginación y que no tienen fundamentos ni lógicos ni documentales. Una de estas situaciones es la que sostiene que el guía del Ejercito de los Andes en el cruce de la cordillera fue el oficial y geógrafo militar Don José Antonio Álvarez Condarco. Para poder realizar esta tarea se sostiene que fue enviado por San Martín a fines de 1816, a Santiago de Chile a fin de comunicar a los españoles que allí reinaban, que se había producido la declaración de la independencia de nuestro país. El viaje se realizó efectivamente, es algo que está perfectamente documentado, e inmediatamente fue expulsado por las autoridades realistas. Como se sostiene que tenía una memoria fotográfica, de vuelta a Mendoza pudo guiar al ejército patriota porque había memorizado cada curva y detalle del camino cordillerano, la última afirmación no está avalada por ningún documento. Esta tesis nunca aclara cuál fue el camino que se utilizó, todo queda en una gran imprecisión al respecto. En realidad la función de super guía de Álvarez Condarco no admite el menor examen.
Lo analicemos primero desde el punto de vista de la lógica. San Martín envió tropas por seis lugares diferentes, si se utilizaron estos servicios ¿cómo se resolvió la marcha de las otras cinco columnas?, con el agravante que en orden de dificultades hay dos rutas todavía más complicadas que las que utilizó el propio Comandante en Jefe. Estas son la que utilizó Zelada, quien partiendo desde Tucumán, cruzó a Chile por un paso riojano y Juan Manuel Cabot, quien debió atravesar dos gigantescos cordones cordilleranos.
En realidad los caminos y pasos entre las montañas eran conocidos desde hacía siglos por los baqueanos y arrieros cuyanos que ya desde el siglo XVI conducían arreos de hasta 4.000 vacas a Chile. Son ellos con su fervor patriótico y reconociendo el liderazgo sanmartiniano, los que guiaron al ejército, en sus diferentes rutas. Sostener lo de Álvarez Condarco, lo deja inclusive mal ubicado al propio San Martín porque habría elegido para la seguridad de su propia columna un geógrafo de ‘memoria fotográfica‘, y habría dejado a las otras columnas libradas a su suerte, ya que no contaron con tan increíble recurso.
Analicemos ahora la parte documental. Álvarez Condarco con la orden de comunicar nuestra independencia (en realidad una declaración de guerra), partió a Chile a principios del mes de diciembre de 1816 y estuvo de vuelta para la navidad. Un mes antes de su partida el 1 de noviembre se comunica a San Martín que ‘Desde ayer quedaron establecidos los puestos militares por donde se gira la correspondencia oficial del camino de los Patos. Tengo el honor de comunicarle a vuestra excelencia para su inteligencia‘, la carta la firma Don Toribio de Luzuriaga, quien ocupara el gobierno de Cuyo ante la partida de San Martín a Chile.
Los puestos militares son la cadena de chasquis por donde circulara toda la correspondencia que mantendrán los jefes militares a lo largo del trayecto. Esto se entiende porque la columna principal, dada la gran cantidad de hombres, materiales y animales tendrá un largo camino de siete días. Es decir una semana separa al último que es José de San Martín de la vanguardia que está al mando de Miguel Soler, al centro marcha Bernardo O‘Higgins. Estos tres jefes militares mantendrán una copiosa correspondencia a lo largo de todo el cruce de la cordillera. Las cartas circularán por los puestos militares, traídas y llevadas por expertos baqueanos que serán unos de los tantos héroes anónimos de esta patriada. No tuvieron necesidad de la ayuda de Álvarez Condarco para realizar su trabajo. La mayoría de esta correspondencia se encuentra muy bien conservada en diferentes archivos y está a disposición de quien desee consultarla. Sirve para probar documentalmente el trabajo de los baqueanos como para demostrar que fue por la provincia de San Juan, más precisamente por el camino de los Patos por donde se desplazó la principal columna sanmartiniana.
Si bien no como super guía, Álvarez Condarco, cumplió un rol muy destacado en el proceso de ayudar a restaurar la libertad chilena, pues fue ayudante de campo en la batalla de Chacabuco.
Permaneció en Chile trabajando como profesor de matemáticas y murió en una gran pobreza.
