El primer viaje de incentivo fue celebrada en 1910 en Estados Unidos por ‘National Cash Register Company de Danton’. Agentes y distribuidores fueron premiados con un viaje gratis a Nueva York debido a sus excelentes resultados, aplicación y desempeño laborales.
Este tipo de premios comenzó a utilizarse de manera regular en los años ’60, pero con algunas variantes. Si bien los primeros viajes resultaban como un agasajo o forma de agradecimiento de los empleadores hacia sus empleados, con el tiempo este tipo de turismo también empezó a usarse para otros objetivos como estimular al personal desmotivado, cohesionar departamentos, promover ventas y fidelizar individualmente a quienes trabajan en una empresa y para crear lazos entre ellos. Incluso en la mayoría de los casos las actividades que se realizan dentro del viaje están especialmente creadas para identificar a aquellos profesionales con mayor potencial gerencial, aptitud de liderazgo y capacidad de trabajo en equipo.
El concepto puro de viaje de incentivo es ser exclusivos, creativos, lúdicos y atractivos, y la oferta de viajes de incentivos es extensa y muy variada, e incluyen desde grandes viajes internacionales hasta fines de semana en la misma provincia; todo depende de las posibilidades económicas de la empresa.
Lo importante es ofrecer unos días de entretenimiento y diversión, lejos de la rutina y las obligaciones diarias.
