Se juntan todos los viernes desde hace 34 años, pero recién ahora decidieron hacer algo para que su amistad trascienda en el tiempo. Aprovechan las salidas nocturnas para plantar árboles. Son los ‘Amigos Vierneros de Pocito’, un grupo de 12 amigos de la infancia que cada semana se reúnen para revivir las anécdotas compartidas.
Ahora no sólo cargan en sus vehículos todo lo necesario para el asado, sino también un par de árboles. Ya plantaron dos cinacinas y en un lugar muy ligado a su amistad: la escuela Antonino Aberastain, donde todos hicieron la primaria. ’Nos pareció que así como nuestra amistad nos generó cosas maravillosas lo mismo podría hacer con la comunidad, por eso decidimos reforestar en su nombre. Cada vez que pasábamos frente a esta escuela veíamos dos tazas vacías. Por eso, y por lo que significó para cada uno, la elegimos para plantar los primeros árboles’, dijo Osvaldo Olmos, uno de los fundadores de este grupo de amigos que ya tienen hasta una remera identificatoria. Es de color negra y tiene escrito en la espalda con letras blancas ’Amigos Vierneros de Pocito‘. La visten cada viernes que se juntan, incluso esa noche que plantaron las cinacinas. ’Causamos un poco de alboroto esa noche. Los vecinos no sabían qué estaban haciendo esos hombres vestidos con remeras iguales y con palas frente a la escuela. Uno se animó a acercarse y preguntar qué estábamos haciendo. Ahora hay gente del vecindario que hasta nos pide que plantemos un árbol frente de sus casas’, dijo Olmos.
Si bien recién comenzaron con la forestación, estos amigos tienen decidido continuar con la tarea. Plantarán los árboles principalmente en las veredas de los edificios públicos donde haya tazas vacías.
Para ello ya armaron un plan de acción. Pedirán los árboles al municipio y los viernes por la noche se reunirán una hora antes de lo acostumbrado para concretar la siembra. Pero su trabajo no terminará ahí. Luego se turnarán para encargarse de regar lo sembrado. ’No se trata sólo de plantar un árbol porque sí nomás, es una tarea de responsabilidad también. Además queremos que estos árboles perduren en el tiempo porque serán testigos de nuestra amistad’, agregó Olmos.
Este grupo de amigos nació hace 34 años. Todos sus integrantes nacieron en Pocito y nunca emigraron de su tierra natal. Las primeras juntada las realizaban en el Polideportivo de ese departamento y cuando aún la mayoría estaba soltera, por lo que no tenían límite de horario. Arrancaban alrededor de las 23 y podían prolongarse hasta altas horas de la madrugada. Ahora arrancan a las 21 y terminan antes de la 1,30. ’Ahora estamos casados y muchos trabajan el sábado así que no nos extralimitamos en el tiempo. Por eso los árboles los plantamos un rato antes de juntarnos. Nuestras reuniones son impostergables aunque duren poco. Nos juntamos todos los viernes del año, excepto el Viernes Santo’, dijo Olmos.
