“Tenemos actividades muy diversas y por ende el impacto de la crisis no ha sido igual. Sin lugar a dudas, TCA es la que peor lo vivió. De todos modos, el resto, también lo padecimos porque en general perdimos un 20 por ciento de la venta, otras más todavía. Estas son comparaciones con el año 2007. Sin embargo se trató de proteger al trabajador aunque se le quitaran las horas extras, se le adelantaran vacaciones y otras medidas que no dudamos que los afectaron pero peor hubiese sido cerrar las fábricas. Este sector le da trabajo en forma directa a 1500 familias. Sabemos que los balances no van a ser positivos porque la crisis internacional todavía no pasa. Se está empezando a mover de a poco la actividad pero no hay que cantar victoria. Estamos sumamente preocupados por los sectores a los que les proveemos”.
