El estadio explotó apenas los anunciadores dijeron que iba entrar la selección angoleña. Es lógico, están en su casa. Y este Mundial los tiene locos a todos. Si hasta sueñan con ser campeones del mundo de hockey sobre patines. Y encima el equipo los hizo ilusionar más todavía. Es que se despachó con ocho pepas y, de paso, mostró un juego arrasador y preciosista. Angola le terminó ganando 8-2 a Sudáfrica, en el primer partido del Mundial y, de fondo, no queda otra lectura que decir que lo hizo de manera aplastante y demostrativa. El sanjuanino Martín Payero -que se nacionalizó angoleño porque juega acá desde hace años- metió dos goles de los ocho y demostró que está con sus garras afiladas. Sudáfrica no fue un rival peligroso. Es más, demostró los porqué viene de ascender de la serie B. Igual, había que ver al público local festejar. Bailar. Abrazarse y saltar después de cada gol. Y hacer sonar sus vuvuzelas a rabiar porque ellos entendieron que su selección les respondió.

El partido empezó a definirse temprano. Tanto, que antes de los 6’ de juego, el anfitrión ya ganaba 2-0 con goles de Joao Pinto y A. Silva. Con ese panorama se desarrolló todo el primer tiempo. Fue paliza. Se fueron al descanso con un 5-0 que ya no tenía vuelta. Ya estaba en cancha el “Negro” Martín Payero, que al final hizo dos tantos para el local. Uno en cada tiempo. Y se nota que la gente lo quiere, porque festejó más que otros a esos goles. El final fue a “pura corneta”. La gente está más ilusionada. Los jugadores también. Angola será duro para cualquiera.