Un terremoto de 5,9 grados en la escala de Richter sacudió en la madrugada de ayer el norte de Italia, donde murieron al menos seis personas. La zona más afectada es la región en torno de Bolonia, Módena, Ferrara, Mantua y Rovigo. Los datos provisionales de Protección Civil apuntaban a unos 50 heridos, mientras no disminuía la angustia entre los italianos.
Tras el primer terremoto, que se produjo ayer a las 4.04 de Italia, hubo varias réplicas. La más fuerte provocó el derrumbe de edificios. Por la noche, volvió a registrarse un sismo de 4,8 de magnitud.
Dos de los seis fallecidos (la agencia Télam contabilizaba siete) eran trabajadores que murieron entre escombros de una fábrica de cerámica en Sant‘Agostino. Uno de ellos había decidido sustituir a un colega. Un tercero murió en una fábrica de metal de las proximidades. La cuarta víctima mortal fue hallada en una zona industrial en Bondeno.
También fue encontrada muerta una alemana de 37 años en Casale, quien, tras el sismo, tuvo problemas para respirar. Se cree que murió por pánico. En Sant‘Agostino falleció además una mujer de 103 años, posiblemente también por un ataque de pánico. En cambio, una niña de cinco años pudo ser rescatada de las ruinas en Finale Emilia.
El primer ministro italiano, Mario Monti, decidió regresar de EEUU, donde debía asistir a la cumbre de la OTAN. El epicentro del temblor se ubicó cerca de la ciudad de Módena, en el valle del río Po. Según el Servicio Geológico de EEUU, tuvo una profundidad de 5,1 kilómetros.
En las localidades de Finale Emilia y San Felice hubo mayores daños. En esta última se derrumbó una iglesia y resultó muy dañado el imponente castillo de Estense del siglo XIV. Cerca de 3.000 personas quedaron sin hogar tras el sismo, casi tan fuerte como el que sacudió Aquila el 6 de abril de 2009, de magnitud 6,2 y que provocó 300 muertos. El sismo de ayer ocurrió tras el atentado que el sábado pasado provocó la muerte de una chica de 16 años en el sur de Italia.
Fuentes: Efe, Reuters y Télam
