Luego de que el Senado chileno aprobara el protocolo que le da vía libre a que se haga el llamado a licitación para la construcción del Túnel de Agua Negra, funcionarios trasandinos de alto nivel ayer dejaron traslucir su ansiedad y entusiasmo por dar ese paso. “Vamos acordar un cronograma para obtener el aval de ambas presidentas para licitar cuanto antes”, dijo Alberto Undurraga, ministro nacional de Obras Públicas del vecino país. “Estamos muy felices de estar en la fase final que va a dar inicio al proyecto de infraestructura más importante de la década”, resaltó Claudio Ibáñez, intendente de Coquimbo, mientras que el presidente del Consejo de esa región, José Montoya, aseguró que “si bien teníamos la seguridad de que se iba a concretar, a nuestros ciudadanos les debíamos señales más certeras”.
El contundente respaldo de las autoridades chilenas se dio a través de una videoconferencia tripartita entre Santiago de Chile, la Región de Coquimbo y San Juan, en este último caso encabezada por el gobernador José Luis Gioja. La emoción de los trasandinos fue tan grande que Ibáñez dijo que “coordinaremos con nuestros ministros y con el mandatario sanjuanino para transformar esta tremenda noticia en un hito muy importante, en el que vamos a tener que organizar un abrazo de Agua Negra, como se hizo durante la firma del Tratado de Maipú”. Ese acuerdo, que dio el impulso al Túnel, se celebró en 2009 entre la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y su par Michelle Bachelet. Por su parte, Gioja fue más cauto y expresó sobre el anuncio del llamado a licitación que “vamos a tratar de que tenga la mayor institucionalidad posible”.
Lo que el martes aprobó el Senado chileno fue la continuidad del Tratado de Maipú, el llamado Segundo Protocolo, el cual resuelve todos los temas bilaterales entre las dos naciones, como aspectos impositivos, leyes de trabajo, de aduana y migraciones, por ejemplo. Como el Congreso argentino ya le había dado el OK, la norma se transformará en un tratado internacional. Luego del aval legislativo trasandino, transcurrirá un plazo de 30 días para su protocolización y que entre en vigencia. Tras ese paso, el ministro de Infraestructura, José Strada, estimó que se estaría llamando a licitación a fines de septiembre o sino a principios de octubre. Gioja explicó que los 19 consorcios de empresas interesadas se tomarán un plazo de al menos 4 meses para presentar sus ofertas técnicas y económicas debido a la magnitud de la obra, por lo que dijo que en esa etapa ya no estará como Gobernador. El ministro chileno Undurraga, entusiasmado, dijo ayer que ya quedaban 29 días para “tener un cronograma de licitación que ofrecerles a nuestras presidentas, para que acuerden si les parece lo que les proponemos y acepten que esa sea la forma”.
