Grandes bloques de hielo. Temperaturas que congelan todo. Enormes desiertos blancos que se extienden a lo largo y ancho de todo el territorio. En el continente más frío del mundo, la Antártida, se ha descubierto distintos depósitos minerales considerados comercialmente atractivos. Como por ejemplo, de carbón. Pero no se sabe a ciencia cierta las cantidades que podrían existir. Se cree que existen grandes depósitos de petróleo y gas en la plataforma continental antártica. A pesar de que no se explotan, existen también importantes reservas minerales de hierro, platino y numerosos depósitos de rocas de aplicación en muchos lugares de la región, pero carecen de significación económica. Excepto para eventuales futuros usos, muy localizados dentro del mismo continente blanco.
Según estudios realizados, la actividad minera allí sería muy costosa. Las etapas de prospección y exploración son las que imponen el gran riesgo minero. Esto se debe a las difíciles condiciones climáticas y por la lejanía que plantea este continente. Sin embargo, una vez determinados los yacimientos cuyos parámetros económicos fuesen favorables, los pasos restantes de trabajo ofrecerían ganancias enormes, siempre que el proyecto fuera manejado adecuadamente.
Se debe tener en cuenta que este continente posee condiciones climáticas severas durante todo el año. Por lo tanto pensar en tareas de exploración y o explotación minera resulta bastante difícil. También se debe recordar que la Antártida no tiene población nativa, más allá de que algunas naciones tienen bases científicas allí: el Reino Unido, Noruega, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Chile y Argentina. Estos países poseen concesiones en el continente y realizan permanentes estudios.
El clima hace improbable un futuro desarrollo económico minero, aunque la abundante fauna marina en las aguas que rodean el continente se está explotando económicamente. No obstante, el tratado internacional de la Antártida prohibe en la actualidad cualquier actividad minera en el continente, así como cualquier maniobra militar, prueba nuclear o depósito de residuos radioactivos. El tratado también establece la cooperación internacional para actividades pacíficas como la investigación científica.
Aunque parezca extraño, la Antártida puede clasificarse como un auténtico desierto, puesto que en su interior la precipitación media anual apenas llega a los 50 milímetros. La temperatura media del continente es de 50 grados bajo cero. Y en la superficie soplan en ocasiones vientos huracanados. Las ventiscas son frecuentes cuando los vientos levantan la nieve previamente depositada y la desplazan de un lugar a otro. La temperatura más baja jamás registrada en la Tierra, 89,2 grados bajo cero, fue tomada en la base antártica Vostok, el 1 de julio de 1983. La masa continental helada y las temperaturas extremadamente frías han limitado la ocupación humana en esta zona del planeta, todavía virgen para la industria en general.
