�Miguel Ángel Boggiano, titular de la consultora Carta Financiera, explicó que solo hubo cuatro eventos en la historia argentina que representaron una verdadera situación de cese de pagos (default). El primer episodio data de 1827, después de una presencia activa del país suramericano en los mercados internacionales. Esta expansión de créditos terminó en 1825 con la decisión del Banco de Inglaterra de subir su tasa de descuento para detener la caída de reservas, que derivó en una crisis que se trasladó a América Latina y llevó a Argentina a la mora.
El segundo episodio, conocido como el ‘pánico de 1890‘, se generó principalmente por la bancarrota a la que casi llega la banca inglesa Baring Brothers tras un exceso de crédito otorgado a Argentina.
La crisis de deuda de 1982 registrada a nivel mundial también tuvo su incidencia en Argentina, que llevaba años endeudándose bajo el gobierno militar que había tomado el poder en 1976. El cuarto y último evento lo protagonizó Argentina a finales de 2001, en medio de una severa crisis económica, política y social.