En marzo de 2008 entró un proyecto en Diputados, de autoría del oficialista Julio Coll, solicitando modificar la ley anticolas y que en lugar de fijar un tiempo máximo de espera de 30 minutos, se estableciera que el décimo de cada fila tenga el derecho de pedir sin demoras (un lapso de 10 minutos) la apertura de otra caja de atención. Y si no cumple, el usuario podría denunciarlo por un teléfono instalado a la vista para que se presente un inspector de Defensa al Consumidor y labre la multa. El proyecto nunca prosperó y pagar un servicio o cobrar un sueldo siguió siendo un fastidio por la acumulación de gente. Pero ahora el problema se agravó por la gran cantidad de nuevos bancarizados y servicios que se prestan. La ley vigente indica que ante la demora un cliente en un banco debe registrar la hora de ingreso y de salida, en un libro foliado que será rubricado por él y un empleado. Un inspector de Defensa al consumidor debe revisar el libro diariamente y decidir sobre la denuncia en 30 días.
