Un intenso temporal de lluvia y viento azotó ayer Buenos Aires y su área metropolitana, provocó inundaciones, cortes de luz y la interrupción del servicio de subterráneo tras una semana marcada por el caos en la capital por el agobiante calor, apagones y la acumulación de toneladas de basura.
Varias calles de los barrios porteños de Belgrano, Palermo y Villa Crespo quedaron anegadas debido a la intensidad del temporal, que ha obligado a las autoridades a declarar alerta por tormentas.
En las zonas más afectadas se interrumpió el suministro eléctrico, el agua llegó a superar el metro de altura y los bomberos tuvieron que asistir a los damnificados en un ’gomón’ (lancha de goma).
La tormenta también produjo inconvenientes en partidos bonaerenses y en zonas de la provincia de Santa Fe, donde se registraron fuertes vientos y caída de granizo.
En Buenos Aires, trenes y subtes no funcionarios por momentos o prestaron servicios reducidos, mientras las empresas de colectivos debieron reprogramar sus recorridos y hay zonas de la ciudad que permanecen sin luz tras el apagón del miércoles. Media hora, en la que cayeron 38 milímetros, fue suficiente para que el agua superara el nivel del cordón y comenzara a ingresar en comercios de Cabildo y Blanco de Encalada, en Belgrano, una de las zonas más afectadas.
En esa esquina se pudieron ver varios automóviles bajo un metro de agua y bolsas de residuos flotando o arrastradas por la fuerza de la correntada.
El tránsito en la zona estuvo colapsado y una dotación de bomberos llegó con un gomón para asistir a las personas que pretendía cruzar la calle y proteger sus locales comerciales para que no ingrese el agua. Palermo, donde un árbol cayó sobre un automóvil, Villa Ortúzar, Retiro y Barrio Norte también sufrieron, como hace una semana, anegamientos de calles y el agua ingresó en comercios y viviendas. El gobierno porteño reportó que unas 600 personas trabajan para atender la emergencia por el temporal de lluvia y ráfagas de viento.
La acumulación de basura en las calles debido a las secuelas de un conflicto laboral que estalló hace una semana ha contribuido a anegar las calles en medio de la indignación de los afectados, que convirtieron al jefe de Gobierno porteño, el conservador Mauricio Macri, en blanco de sus críticas.
Los porteños terminan una semana cargada de conflictos por la acumulación de basuras y el caos que vivió la ciudad el miércoles por un apagón que afectó a más de tres millones de personas.
Los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional no dejan lugar al optimismo: ’Se mantendrá la abundante caída de agua, los vientos fuertes, la actividad eléctrica’ y no se descarta ’una posible caída de granizo’. (Fuente: DyN)
