La historia dice que a finales de los años sesenta, el Club Obras Sanitarias tenía un equipo de waterpolo que supo estar entre los mejores del país. La falta de piscinas cubiertas y el tiempo transformaron en sepia esos recuerdos, hasta que un voleibolista de Obras Sanitarias, un poco cansado de los avatares de entrenar a diario para responder a las exigencias de su deporte, decidió aprender a nadar y se fijó como meta conformar un equipo de waterpolo en la entidad donde se crió. Entre 2008 y 2011 Alejandro Chatar se encargó de invitar amigos para esa aventura, que luego se transformó en la linda realidad con la competencia de una Liga Regional con tres equipos de Mendoza, uno de Córdoba y dos de San Juan.

Ahora, alejado de Obras por motivos de índole ideológico, Chatar encontró en la profesora Silvia Maldonado, propietaria del complejo y formadora de todos los nadadores de la AST, el apoyo necesario para abrir una de las siete escuelas nacionales que responden a un Programa de Iniciación y Adaptación al polo acuático (así es la denominación oficial) que promueve la Secretaria de Deportes de la Nación. San Juan, en la moderna pileta cubierta, de 25 x 12 metros, ubicada en calle Cabañas a metros de Coll.

Aparte de la ‘escuelita’ ubicada en Rivadavia, responden al proyecto de la Nación, dos en Mendoza, dos en Córdoba, una en Rosario y la restante en Chubut.

‘Oscar Freire, actual entrenador de GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), ex entrenador del seleccionado nacional es quien ideo y está al frente de este plan que tiene como objetivo preparar niños para conformar divisiones inferiores en el waterpolo’, explicó Chatar.

La actividad está diagramada en dos sesiones de ocho meses, sin gasto alguno ni exigencia para los chicos, ni siquiera tienen la obligación de saber nadar. En la primera mitad, denominada de Iniciación, se les enseñan lo elemental para nadar y reciben los conocimientos básicos del waterpolo. Luego, en la segunda parte, se intenta que los alumnos se adapten a las exigencias del deporte ya con alguna demanda más competitiva.

Dentro del programa la Nación se hace cargo del pago de seguros para 30 niños, de entre 9 y 14 años de edad, además de aportar los materiales necesarios para la práctica de la actividad. ‘Estamos a la espera que nos envíen dos arcos de aluminio flotantes, diez pelotas y un juego de gorros’, contó Chatar que todos los martes, jueves y sábados lleva las pelotas y un par de arquitos metálicos que son colocados en uno de los costados de la pileta y donde los chicos ensayan lanzamientos, arman picaditos y entre sonrisas, a veces tragando agua, jugando van aprendiendo a querer al deporte acuático de conjunto que tiene práctica y difusión masiva, especialmente en los países nórdicos europeos.