El ARA Libertad es un símbolo nacional. Esta belleza flotante de madera, bronce y lona, fue construida en nuestro país en los astilleros de Río Santiago, en 1953. Posee gavias dobles, la altura máxima del palo mayor es de 49,8 m, a su vez esta dotada con 27 velas de dacrón, 15 cuadradas (como las de colón) las que dan mayor impulso a la nave con viento de popa 5 foques y 6 cuchillas y una cangreja, su velocidad máxima no supera los 14 nudos.
Sin embargo la misión real de este buque escuela de la Armada, no es solo la formación marítima de los guardiamarinas, sino ser un icono importante en la representación del país, en las políticas internacionales, estrechando los vínculos con armadas de otros países.
Finalizó su construcción en 1963, y relevó de su tarea a la fragata ARA Presidente Sarmiento.
Ahora bien, hoy nuestra fragata-escuela, por una negligencia grave de los diagramadores del viaje de instrucción, fue retenida en el puerto de Ghana, producto de una medida cautelar ilegítima, proveniente de los espurios "fondos buitres”. El punto es que esto no solo genera un trastorno importante al país, sino que representa un gasto diario de 50.000 dólares.
Cabe aclarar, que no obstante tratarse de un buque escuela, es considerado un navío de guerra. Esta situación les da características de extensión del territorio nacional como así también inmunidad de jurisdicción respecto de cualquier Estado que no sea su pabellón.
En síntesis, el Estado ejerce una jurisdicción y control total sobre los buques de guerra que enarbolen su pabellón. Siendo a su vez resistente a cualquier medida confiscatoria que se disponga sobre la nave.
Fariña Guitián estima que el fundamento jurídico de la representación de la soberanía del Estado por el buque de guerra reside en el mismo organismo estatal, que encarna la autoridad y el poder coactivo mediante los que se exterioriza la soberanía del Estado, exigiendo por ello de las representaciones de otros Estados la abstención de todo acto que pueda considerarse como un ejercicio de autoridad sobre la organización militar que el buque representa.
La pregunta, sin lugar a dudas es: ¿cuál es el camino que queda para que recuperemos la nave? ¿La vía judicial? ¿La vía diplomática?, en ésta sin lugar a dudas nos acompaña la razón. ¿O la fuerza. por medio de un ultimátum?
(*) Abogado.
