El mal arbitraje del inglés Howard Webb en la final de ayer fue el cierre para un torneo donde los jueces tuvieron importantes errores. Esto derivó en nuevamente la discusión sobre si llegó el tiempo de implementar la tecnología en el fútbol, algo a lo que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo oponerse. Fue el torneo donde el volante inglés Frank Lampard se quedó sin un gol legítimo en los octavos de final ante Alemania, cuando la pelota ingresó no menos de 15 centímetros pero el árbitro uruguayo Jorge Larrionda no convalidó (foto). En esa misma instancia, la Argentina se vio favorecida por un tanto no anulado a Carlos Tevez por el juez italiano Roberto Rosetti cuando el Apache estaba en clara posición adelantada. Los dos árbitros fueron echados del torneo tras estos yerros. El representante nacional como árbitro fue Héctor Baldassi quien dirigió cuatro encuentros y, que pese a la albiceleste ya estar eliminada, no fue tenido en cuenta por la FIFA para los encuentros decisivos.
