El encuentro entre Independiente y Belgrano, en Avellaneda, se suspendió anoche, antes del comienzo de la segunda parte, por una agresión que sufrió el arquero visitante, Juan Carlos Olave, cuando le arrojaron una bomba de estruendo desde la barra local. El árbitro Saúl Laverni decidió la inmediata suspensión del partido, correspondiente a la 15ta fecha del torneo Inicial de fútbol, cuando el equipo cordobés ganaba por 1-0, con el gol marcado por Jorge Velázquez, a los 41 minutos en el primer tiempo.
‘No se podía seguir de ninguna manera. Olave me dijo que estaba aturdido, pero de cualquier manera no se podía seguir. Era un peligro para todos, jugadores, árbitros y los hinchas de los dos equipos‘, afirmó Laverni. Mientras que el presidente de Belgrano, Armando Pérez, manifestó: ‘Nosotros vinimos a jugar y no vamos a pedir nada, aceptaremos lo que decida el Tribunal de Disciplina de la AFA, pero que quede claro que estamos con Javier Cantero (presidente ‘rojo‘) en la lucha contra los violentos. Me da mucha pena que pase esto en el fútbol argentino‘.
A todo esto, la AFA esperará el informe del árbitro, pero la idea es ‘reprogramar el partido en dos tiempos de 23 y 22 minutos‘, le confiaron a Télam. Además los usos y costumbres del Tribunal de Disciplina es que lo partidos se jueguen. Por lo tanto, adelantaron que habrá ‘una severa sanción disciplinaria para Independiente, amonestaciones y multa económica, pero no quita de puntos‘. Ricardo Bochini, por su parte, atacó el accionar de la Policía de la Provincia. ‘No sé si esto está armado, pero acá hubo inacción‘, denunció el ídolo del club local.
Más allá de lo que dijeron los protagonistas, la realidad es que este es un mensaje contra Cantero, el presidente de Independiente. La gente, los verdaderos hinchas del ‘Rojo’, también dieron el suyo: un total apoyo a Cantero, repudio a los barras e insultos para Julio Comparada, el ex titular de la entidad de Avellaneda.
La historia empezó con la bomba de estruendo que se tiró desde la tribuna donde estaba la barra. Con el arquero, Olave, tirado en el campo de juego, comenzaron las corridas en la tribuna Norte. Y no sólo eso: hubo golpes de puños entre los propios hinchas. Fue el final de una noche caliente, una que no le permitió a Independiente salir de la zona de descenso.
