El fútbol argentino, a despecho del caos institucional en que está sumergida la AFA y de una preparación no recomendada en ningún manual de organización, defenderá el rico linaje que ostenta en Juegos Olímpicos con un plantel de buenas individuales y buscando una medalla, cualquiera sea su color. La renuncia de Gerardo Martino, el muy poco compromiso mostrado por los clubes locales para ceder jugadores, la desidia de los dirigentes en realizar las gestiones pertinentes con los futbolistas que juegan en el exterior, la designación de apuro de Julio Jorge Olarticoechea y la preparación contrarreloj, no son un obstáculo definitivo a la hora de evaluar las posibilidades de un seleccionado que cuenta con buenas individualidades. Las dos medalla doradas logradas en Atenas 2004 y Beijing 2008, y las dos plateadas obtenidas en Amsterdam 1928 y Atlanta 1996, son la carta de presentación. Los 18 jugadores que afrontarán el desafío de Río ante Portugal, Honduras y Argelia en primera fase, iniciaron una gira y enfrentarán a Colombia el jueves y a Haití el domingo (ambos en Miami) y luego a México el jueves 28 en el DF.
