La jueza de la Corte Suprema de Justicia Carmen Argibay volvió ayer a exhortar a los legisladores a que traten los proyectos de despenalización del aborto y advirtió que se trata de un problema que afecta en especial a "mujeres jóvenes, pobres e ignorantes" sin acceso a educación ni a métodos anticonceptivos.

"Yo no defiendo el aborto, no soy abortista ni ando persiguiendo a las mujeres embarazadas para que aborten", resaltó la jueza, y enfatizó que las complicaciones por la interrupción de la gestación en los sectores empobrecidos de la sociedad "es una tragedia" porque "es causa de muerte materna muy alta" en el país.

Argibay, en declaraciones a radio Continental, advirtió que "el problema del aborto es un problema de mujeres jóvenes, pobres e ignorantes" y alertó que eso no sucede en los sectores medios y altos, con recursos económicos y educativos.

La magistrada agregó que "cuando uno tiene los medios, no tiene problemas" y dijo no entender cómo todavía este tema sigue siendo "tabú".

La magistrada insistió también en pedir al Congreso que discuta proyectos relacionados con la problemática.

"Había una iniciativa que no sé si tenía media sanción en Diputados, pero no se pudo tratar en el Senado. Hay una cantidad de influencia terrible", se quejó.

La jueza dijo que le "gustaría que nadie tuviera que abortar", pero remarcó que en la práctica parece ser el único horizonte que queda a los sectores más postergados, luego del "fracaso" en materia educativa y en la provisión de métodos anticonceptivos.

"Dado que fracasamos en la parte de educación sexual, que es obligatoria o debería serlo, por lo menos, en las escuelas para que la gente tenga información", completó.

En ese sentido, resaltó: "También fracasamos con la provisión de anticonceptivos para que la gente no quede embarazada si no quiere, muchas veces a las mujeres la única salida que les queda es el aborto".