La versión inicial entusiasmó a más de uno, porque el testigo mencionaba, legalmente por primera vez, al supuesto autor de un crimen resonante: el de Ariel Tapia, el chico de 12 años noqueado de un fuerte golpe bajo el mentón la noche del 1 de diciembre de 2012, y encontrado sin vida cinco días después dentro de una vieja heladera en un predio con escombros situado a 60 metros de su casa en la Villa Angelita, Santa Lucía. Se supone que allí lo ocultaron al creerlo muerto, cuando en realidad el niño había quedado vivo y murió asfixiado en el aparato abandonado.
¿Qué dice esa versión? que a Lucas Leguiza (20) le habían escuchado confesar en un boliche, ser el autor de ese homicidio, que tuvo como primeros detenidos a su propia madre, al novio de la mujer, a su hijo mayor y a un vecino, todos liberados luego por el juez de la causa, Alberto Benito Ortiz, por falta de pruebas.
La nueva versión llevó al juez de Instrucción de turno en enero, Maximiliano Blejman, a ordenar dos detenciones de presuntos sospechosos: la del propio Leguiza y la de Luis Olivera (24), alias ‘Juan de la Calle’ o ‘Tagua’, ambos con domicilios cercanos a la casa de Ariel, dijeron fuentes del caso.
Los arrestos ocurrieron el 17 de enero pasado. Y no trascendieron porque, en el fondo, más de un pesquisa judicial duda de la versión de ese testigo. A más de uno le llamó la atención de que el dato surgiera después de que el Gobierno provincial saliera a ofrecer $300.000, la mayor recompensa por datos conocida hasta ahora para esclarecer un caso criminal en San Juan.
Por eso -dicen- están conscientes de que hay que actuar con suma cautela, analizar la credibilidad del testigo y buscar pruebas para saber si están o no ante el esclarecimiento del caso.
‘Hasta ahora no hay otras pruebas además de esa versión, que por sí sola no tiene peso, hay que profundizar la investigación para llegar a la verdad. Es palabra contra la palabra, porque Leguiza informalmente niega totalmente haber dicho eso y no se puede detener a una persona en un caso tan complicado con un solo dato… está el riesgo de incriminar a un inocente’, dijo un alto jefe policial.
Ahora, toda la investigación que se hizo en enero pasará al juez del caso, Alberto Benito Ortiz. Será este magistrado quien decidirá si Leguiza debe o no ser imputado, igual que Olivera. Por lo bajo, los investigadores judiciales no descartan que ambos sean liberados, también, por falta de pruebas.
