A un costado de la calle, la madre aferrada al cuerpo de su hijo, le sobaba la cabeza. Pedía entre sollozos desesperados que alguien llamara a la ambulancia y suplicaba: ‘¡No me dejés sola, vos no, por favor!’ . En medio de la calzada, el padre de ese jovencito, lloraba también desencajado y caminaba de un lado para el otro, mientras un policía trataba de evitar que se acercara al rodado. Al final, lo consiguió y con toda su furia destrozó a pedradas la luneta, una ventanilla y el parabrisas del coche. Esa fue la impactante escena que quedó ayer al mediodía en una calle de Rawson donde un chico de 11 años murió luego de bajar de un micro y ser embestido por una automovilista.
El accidente ocurrió a las 12.20 sobre calle Doctor Ortega, unos 250 metros al Oeste de Hipólito Yrigoyen, en Rawson. En ese lugar se había bajado del micro de la línea 41 de ‘La Positiva’ Marcos Leandro Morán (11 años, el tercero de 5 hermanos), quien había salido minutos antes de la escuela Julia León, precisó su padre Andrés, quebrado.
La versión policial es que el colectivo circulaba hacia el Oeste por Doctor Ortega y a esa altura, el niño se bajó por la puerta delantera. Luego caminó por delante de la unidad con la intención de cruzar hacia el Sur la calzada, rumbo a su casa en el barrio Ansilta, pero no pasó del intento: un Peugeot 205 que venía en el mismo sentido del micro, se abrió para rebasar el colectivo y ahí lo embistió con la parte derecha del frente. Ese vehículo era conducido por Roxana Toledo (34), informaron fuentes policiales.
Marcos literalmente voló hacia la banquina Sur y quedó tendido sin vida. Enseguida, efectivos de la subcomisaría del Bº Ansilta al mando del subcomisario Gregorio Díaz, llegaron al lugar y trasladaron detenida a la automovilista. Y a los pocos minutos de ese operativo, se vivieron escenas desgarradoras cuando llegaron al lugar del accidente Andrés Morán, su esposa Mónica Rodríguez y otros parientes del niño fallecido.
