Pasan los meses y la casona del Arzobispado que durante muchos años fue sede de Cáritas sigue sin poder alquilarse. Apretados por un déficit económico, en julio pasado debieron desplazar a Cáritas y a otras instituciones del inmueble ubicado en calle Mitre, para rentarlo. Pero hasta ahora no aparecen interesados y hay preocupación en el Arzobispado. ‘Necesitamos alquilar, necesitamos recursos’, confesó Juan Brozina, administrador del Arzobispado.

‘Nos seguimos ajustando en los gastos, en lo que más se pueda; así vamos tirando. Pero para lograr un equilibrio en las cuentas, es muy importante poder alquilar la casa’, agregó.

El inmueble de dos plantas, 10 habitaciones, dos cocinas, un salón de reuniones y garaje, se alquila a $10.000, expresó Brozina. ‘Hay una inmobiliaria encargada de buscar inquilinos. Les hemos delegado esa función y seguimos esperando por novedades’, añadió el contador.

En julio de 2012, las autoridades del Arzobispado reconocieron que tenían una pérdida mensual que rondaba los $12.500, por lo que decidieron alquilar la casona de Mitre 240 Oeste. Ahí, además de Cáritas funcionaba la Junta de Catequesis, el Movimiento Círculos de la Juventud, los Scouts y el Servicio Sacerdotal Nocturno. Todos estaban de prestados y en una medida que desde el Arzobispado calificaron como ‘muy dolorosa’, tuvieron que pedirles que abandonaran el lugar.

CON PÉRDIDAS

Aunque las autoridades no precisaron cifras, los egresos del Arzobispado pasan por sueldos, servicios, impuestos, seguros y ayudas económicas a parroquias necesitadas y congregaciones religiosas. Entre esos ítems, el mayor gasto son los $45.000 en sueldos de los 17 empleados (12 en el Arzobispado y 5 en el Seminario). En la vereda de enfrente, los ingresos se generan por los aportes de la mayoría de las 44 parroquias de San Juan, la asignación de la Conferencia Episcopal Argentina, de donaciones y del alquiler de dos inmuebles: una guardería en calle Mitre y Entre Ríos y un local en un edificio de calle Rivadavia, antes de Sarmiento. Pero no alcanza para afrontar el déficit mensual.

‘En todo este tiempo nos la hemos rebuscamos recortando gastos. Además, algunas parroquias nos están dando una mano, como así también algunos colegios’, explicó Brozina.

Los problemas financieros del Arzobispado no son nuevos, ya que los arrastran desde 2010. Si hasta monseñor Delgado suele sacar de su sueldo para pagar gastos generales, según confesaron empleados del Arzobispado.