Al menos tres delincuentes armados sorprendieron y asaltaron en horas de la noche a una pareja de bioquímicos dentro de su laboratorio en la zona de Concepción, Capital. Les ordenaron arrojarse al suelo y les robaron dinero y otros efectos personales. La banda luego se vio obligada a abortar parte de su plan y escapó por el fondo con parte de su botín y largando un tiro, cuando más de una veintena de personas del Concepción Patín Club se agolpó en la puerta de ese inmueble para tratar de ayudar a las víctimas, tras ser alertados de lo que sucedía.

Los ladrones aprovecharon que el bioquímico Víctor Carmona (60) dejó abierta la puerta de su laboratorio de análisis clínicos y fue ahí que irrumpieron alrededor de las 22.15 del miércoles a ese inmueble, donde también tiene la casa, sobre calle Paraguay al 660 Este del Bº Mallea, justo frente al Concepción Patín Club, informó la Policía.

Uno de los ladrones apuntó con una pistola 9 milímetros a Carmona y a su mujer. ‘No sé si eran tres o cuatro hombres. No nos pegaron, pero nos dijeron que nos tiráramos al suelo. La situación fue por demás violenta por el sólo hecho de que tenían un arma’, relató Graciela (59), la esposa de Carmona. Según las fuentes, los ladrones exigieron dinero y el bioquímico les contestó que lo único que poseían era una plata que guardaban en un cajón. Uno de los ladrones fue a ese mueble y sacó los cerca de 2.000 pesos que había. A todo eso, los otros sujetos recolectaron lo que veían de valor: una notebook, una campera, dos celulares y hasta le quitaron una cadena y dos anillos de oro a la mujer.

La sospecha es que la banda también pensaba entrar a la vivienda, pero no tuvo tiempo. Alguien que pasaba por frente al laboratorio, vio que asaltaban a los Carmona y se cruzó al Concepción Patín Club para avisar del atraco. Según la Policía, en segundos salieron corriendo más de 20 personas, entre jugadores y otros miembros de esa entidad, en dirección a la casa para defender a la pareja. Como la puerta ya estaba cerrada, empezaron a tocar el timbre y a gritar. Los ladrones entonces encararon hacia el fondo, largaron un disparo y huyeron con el botín, aunque dejaron tirados los dos celulares.