Una familia mendocina que volvía de unas maravillosas vacaciones en México, vivió su peor pesadilla el primer día que llegó a su casa en la ciudad de La Paz, en la vecina provincia. Una banda los tomó por asalto, y después de apoderarse de 300.000 pesos y cheques, llevó secuestrado al matrimonio y a dos de sus pequeños hijos, mientras que otro niño quedó solo en la vivienda junto a un delincuente. La familia fue abandonada más tarde con su camioneta, a 150 kilómetros.
El violento atraco se produjo el jueves alrededor de las 22:30 en el domicilio de la familia Verde en calle 25 de Mayo al 1692, en la villa cabecera del departamento mendocino de La Paz. A esa hora, el empresario Daniel Verde (48) estaba en el comedor contando el dinero de la recaudación de las dos últimas semanas. Es que la familia había vuelto de pasar 15 días de vacaciones en México. Fue por eso que un empleado suyo, le llevó dinero al mediodía. Verde se dedica a vender carne al por mayor y tienen un mercado, de modo que maneja mucha dinero, dijeron fuentes policiales.
María Alejandra Calvo (38), la mujer de Verde, relató en una entrevista televisiva que mientras su marido estaba dentro de la vivienda, "salí al patio a buscar una mochila que había dejado en la camioneta y veo que habían dos hombres bien vestidos en la puerta. Uno levantó la mano para señalarle a otro que había salido al patio y vi brillar un arma’. De inmediato, se dio cuenta que venían a asaltarlos. Ella corrió para entrar y cerrar la puerta, pero todo fue en vano. "Uno me agarró y me metió. Cerró la puerta, cerró las cortinas, y me golpeó en la cabeza con el arma y me caí al piso mientras me agachaba para agarrar a uno de mis hijos. Sabían lo que estaban haciendo y estaban muy calmados".
Los ladrones eran tres. En el interior de la casa también redujeron al empresario y a dos de sus hijos, de 9 y 3 años. Otro de los niños, de 5 años, dormía en una habitación. "Nos ataron, y le dije llévense lo que están buscando, revisen todo y váyanse", recordó la mujer. Los delincuentes tomaron todo el dinero que había en la mesa, que eran alrededor de 300.000 pesos, además de cheques.
Luego subieron al matrimonio y a los dos niños a su camioneta Volkswagen Amarok y los llevaron cautivos con rumbo desconocido. "Lo que más nerviosa me tenía era que uno de ellos (por los ladrones) había quedado revisando toda la casa donde mi otro hijo había quedado durmiendo y tenía miedo que le hiciera algo. Yo rezaba y le pedía a Dios que a mi hijo no le hubiera pasado nada", contó Alejandra. Según relataron, la camioneta iba como a 160 kilómetros por hora y nadie la paró. Ese aterrador viaje culminó en el cruce de la ruta 7 y calle Don Bosco, en Rodeo del Medio, a 150 kilómetros de su casa. Ahí, dejaron maniatado al empresario, a su mujer y a los dos niños dentro de la camioneta, mientras que los ladrones escaparon. La familia luego consiguió ayuda y al regresar a su casa, encontró a su otro hijo sano y salvo.
