Río Negro, 27 de marzo.- Blas tiene de 17 años y ahora sufre las consecuencias de un feroz ataque de dos perras rottweilers. El chico volvía de la casa de su padre cuando los animales de su vecino, que habitualmente estaban encerradas, lo mordieron.


"Salió primero un perro grande a atacarme, después eran más de cinco, nunca los había visto", dijo mientras se recupera de las lesiones que tiene en su cuerpo.


"En un flash vi a mi vecina que venía corriendo", contó Blas, refiriéndose a las personas que salieron en su ayuda. De todas formas, de la vivienda en la que habitan los perros nadie salió a ayudar.


En un hospital le frenaron las hemorragias, lo vendaron y le dieron antibióticos. En total sufrió cerca de 50 heridas en brazos y piernas.