A pesar de que habían pasado casi 12 horas, a Patricia Montiveros aún le temblaba la voz. No podía creer que la noche anterior se había transformado en partera junto a dos compañeros más. La mujer, que es policía desde hace poco más de 1 año, asistió el nacimiento de una beba, en 9 de Julio. La familia de la recién nacida es muy humilde y según los efectivos tuvieron que alumbrar la casa con las luces del patrullero, porque no tienen electricidad. Al cierre de esta edición, la mamá y la recién nacida estaban en el Hospital Rawson, ambas, en buen estado de salud.
El nacimiento de la beba, que pesó casi 3,500 kilos, ocurrió el jueves en la noche. Un llamado telefónico alertó a los efectivos de la Comisaría 11ma, que llegaron a la casa de Yésica Giménez, de 21 años, ubicada en la Ruta 183, en la zona de La Majadita, 9 de Julio. "Estábamos muy nerviosos, pero cuando entramos a la vivienda la bebé ya asomaba la cabecita", dijo Gustavo Orosco, otro de los efectivos que participó del nacimiento y que fue el encargado de estacionar el patrullero para que alumbrara el interior de la casa. La abuela de la beba ayudó limpiando un cordón de tela con alcohol, que fue el que utilizaron para atar el cordón umbilical.
"Enseguida la pusimos en el pecho de la mamá y tuvimos que pedirle a los vecinos frazadas para poder abrigarlas, porque ellos no tenían. Es gente muy pobre, pero afortunadamente la bebé nació muy bien", dijo Montiveros que al igual que sus compañeros es la primera vez que ayudaban a una mujer a tener su hijo.
Después de que la pequeña nació llamaron a la ambulancia que tardó unos minutos en llegar. En ese tiempo tuvieron la posibilidad de charlar con la joven mamá que les contó que ya tiene 3 hijos más y que a todos los tuvo en su casa. "Fue muy raro porque los vecinos nos dijeron que estaban acostumbrados a que las mujeres tengan así a sus hijos", dijo Montiveros y contó que fue una de las tareas más emocionantes que le tocó hacer.
La mujer y la pequeña fueron trasladadas al Hospital Rawson para chequeos, donde constataron que las dos estaban bien de salud.
Vicente Vargas, el otro efectivo que estuvo en el parto, tuvo su debut esa noche en la comisaría. Sus compañeros contaron que fue su primer día de trabajo en 9 de Julio y tuvo que atender el parto. Montiveros y Orosco dijeron que durante la jornada había salido a hacer algunas recorridas por el departamento para conocerlo, pero que se sorprendió cuando tuvieron que salir para el nacimiento. En la comisaría todos festejaban el buen desempeño de los policías parteros, ya que la dependencia tiene varios antecedentes (ver aparte).
