Alguien tiene una deuda pendiente contra la familia de unos supuestos narcos. Ayer en la madrugada, en un claro ataque mafioso, largaron una lluvia de disparos contra un domicilio de Rivadavia allanado en junio pasado durante un operativo por droga. En total fueron 11 balazos, de los cuales 8 fueron directo a un ventanal y hacia el interior. Cinco llegaron a dar en un sillón. No se sabe si los tiros eran un mensaje para los tres miembros de la familia que actualmente están detenidos (dos cayeron el lunes último) por comercialización de estupefacientes o para el hijo de uno de ellos que recientemente salió del penal tras permanecer preso por robo, según la Policía.
En esa casa de calle Dorrego al 631, en Villa Pósleman, nadie habla. Más cuando hace apenas dos días la Policía Federal detuvo a Marcela Heredia (41) y a su pareja Darío De Jaime (31). Ambos estaban prófugos desde el 16 de junio último, después de que allanaran este mismo domicilio y secuestraran 1 kilo de marihuana y algo de cocaína. En esa ocasión apresaron a Pedro ‘Tucán’ Heredia, el hermano de Marcela, y a dos vecinos, acusados de ser parte de una banda que vendía de droga.
Marcela Heredia es la exmujer de Rubén Antonio ‘El Gringo’ Senatore (42), ese delincuente que murió baleado el 26 de julio de 2015 cuando entró a robar a una casa céntrica en calle 25 de Mayo. Uno de sus hijos justamente salió del penal hace días, comentó un investigador.
Todo lleva a insinuar que el ataque mafioso puede venir por la droga o por alguna rencilla con los hijos de Heredia y Senatore, explicaron. Fue más que una intimidación: el que disparó se paró frente de la vivienda a la 0.30 de ayer y abrió fuego con una pistola 9 mm. De milagro no hubo heridos. La Policía halló 11 vainas servidas. Ocho impactaron en la ventana y atravesaron el vidrio. De hecho, 5 pegaron en el sillón en el que minutos antes estaba sentada la madre de los Heredia, de 64 años.
