La pista se reveló en una fiesta de cumpleaños. Fue entre jarana y algunas copas que unos muchachos comentaron sobre las andanzas de otros jóvenes que se jactaban de haber quemado algunos autos o de cómo explotó uno de esos vehículos. El dato llegó a una de las víctimas y enseguida a los policías de la Seccional 5ta dirigida por el comisario inspector Juan Reyna, quien encargó confirmar esa pista a los pesquisas de calle (el oficial Martín Flores, el agente Pablo Páez). Y enseguida el gran interrogante de saber quiénes habían incendiado tres vehículos en 15 minutos en tres barrios distintos de Santa Lucía, el pasado 3 de abril. Y otro más en la madrugada del 14 de noviembre pasado, en otro barrio de ese departamento, quedó con sospechosos claramente definidos.
Y confesos, porque uno de los chicos implicados, de 15 años, no tuvo problema en admitir su vinculación con esos hechos aunque cargando las tintas sobre otro sospechoso, un joven de 18 años de apellido Janabel, que fue detenido ayer y, a su vez, intentó desligarse culpando a otros dos, dijeron fuentes de la investigación.
Más allá de las versiones informales que habrían dado ante la policía ambos sospechosos (el menor está libre), los investigadores hablan ya de que el caso está prácticamente cerrado pues aseguran que hay testigos que ratificaron lo escuchado en aquella fiesta de cumpleaños.
De todos modos los pesquisas no descartan la posible vinculación al hecho de otros dos jóvenes. Y ayer ya buscaban información en la Seccional 6ta para saber si los mismos supuestos incendiarios son autores de otros ataques similares ocurridos en la zona de Rawson.
