A 23 años del primer atentado terrorista que sufriera la Argentina, la presidenta Cristina Fernández reveló ayer que el Poder Ejecutivo desclasificará la información reservada sobre el brutal ataque a la embajada de Israel, “ni bien” la Corte Suprema de Justicia “lo solicite”.
“Ni bien la Corte lo solicite, se procederá de igual forma que en la causa AMIA”, señaló la mandataria en su cuenta oficial de Twitter, en respuesta a un pedido de los familiares de las víctimas del atentado, con quienes se reunió esta semana al cumplirse 23 años del ataque.
Por su parte, el Gobierno de Israel reivindicó ayer al fiscal Alberto Nisman porque “pagó con su vida el intento de llegar a la verdad”, y renovó sus acusaciones contra Irán por los atentados terroristas sucedidos en la Argentina, durante el acto oficial por el 23er aniversario del ataque a la embajada de ese país.
En el palco escucharon los mensajes el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández (abucheado por algunos de los presentes); el ministro de Justicia, Julio Alak, y el vicecanciller Eduardo Zuaín.
Fernández llegó minutos antes de las 14.30 y justificó la ausencia de Cristina en el acto al señalar que “no vino nunca siendo” primera mandataria; resaltó la apertura de archivos clasificados también para la investigación por la embajada y prometió que en 15 días estará lista la ley de resarcimiento para las víctimas de este atentado y el de la AMIA.
A las 14.47, hora exacta del ataque, se escuchó la sirena y los nombres de cada uno de los 22 muertos identificados que perdieron la vida el 17 de marzo de 1992 cuando explotó la sede diplomática de Arroyo y Suipacha, aunque Israel sigue sosteniendo que fueron 29.
Inmediatamente hubo una ofrenda floral por parte de dos sobrevivientes y otra que dejaron los funcionarios nacionales.
Fue en ese momento en que se oyeron las voces de algunas personas que gritaron “asesinos, corruptos, son una vergüenza nacional, antisemitas”.
Luego el jefe de Gabinete minimizó esos insultos al decir que “no les presto atención” y prefirió expresar su “recogimiento y respeto por las víctimas”, pero el silencio que reinaba en el lugar hizo imposible para los protagonistas y los diplomáticos israelíes no escucharlos.
Acto seguido comenzaron los discursos: Jorge Cohen, vocero de la embajada de Israel al momento del atentado, protagonizó un emotivo momento, que se trasladó a los presentes, cuando recordó el abrazo que le dio su padre poco después del atentado.
Luego fue el turno del ministro de Agricultura israelí, Yair Shamir, quien viajó especialmente a la Argentina para participar del acto, para recordar que en ese lugar hace 23 años “quedaron nuestros amigos y familiares”. “Como si esto no hubiera sido suficiente, los asesinos volvieron a golpear esta vez en una sede de la comunidad judía. Los terroristas han sido entrenados, apoyados y financiados por Irán, movilizados por un odio demencial. Sólo les importaba matar a la mayor cantidad de judíos posible”, advirtió. “Muy lamentablemente ocurrió otra muerte: Nisman pagó con su vida el intento de llegar a la verdad”, afirmó Shamir.
