Una atacante suicida se inmoló ayer en la entrada de una estación de tren de la ciudad rusa de Volgogrado, antigua Stalingrado, y dejó un saldo de al menos 16 muertos y más de 30 heridos, a menos de un mes y medio de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en ese país, que comenzarán el próximo 7 de febrero en la ciudad de Sochi. El Comité de Investigación informó que el saldo de víctimas era de 16 muertos y 30 heridos, de los cuales la mitad estaba internada en estado crítico. En tanto, el Comité Nacional Antiterrorista ruso explicó que la atacante suicida hizo explotar una bomba cuando un agente la obligó a atravesar el detector de metales, instalado en las entradas de las estaciones de trenes importantes del país luego de un sangriento atentado a principio de año. A las 12.45 hora local (5.45 hora de Argentina) la mujer, que una agencia de noticias oficial adelantó sería miembro de una guerrilla islamista del convulsionado Cáucaso del Norte, se inmoló y las cámaras de vigilancia capturaron cómo en segundos una bola de fuego destruyó toda la entrada del edificio. El Comité Antiterrorista no responsabilizó aún a ningún grupo, pero informó que ya enviaron muestras de los restos del cuerpo de la atacante para identificarla. Medios locales informaron que la atacante sería de la república caucasiana de Daguestan, pero no fue confirmado por los investigadores. El presidente Vladimir Putin ordenó el envío de aviones para el traslado urgente de los heridos más graves a hospitales de Moscú y reforzó la seguridad en Volgogrado y en la región lindante con el Cáucaso del Norte. La sospecha del gobierno ruso se basa en que hace unos meses el máximo líder de la principal guerrilla caucasiana, Doku Umarov, amenazó con boicotear los ’Juegos blancos’, a los que describió como ’bailes satánicos sobre los huesos de nuestros antepasados’.
