La cadena de corrupción de la era K sumó ayer otro capítulo propio de una saga cinematográfica cuando el exsecretario de Obras Públicas de Néstor y Cristina Kirchner, José Francisco López, fue sorprendido por la Policía cuando se encontraba ‘arrojando bolsos‘ con millones de dólares y joyas al interior de un monasterio y armado con un fusil de asalto.
El exnúmero dos y mano derecha del exministro de Infraestructura y Planificación Federal, Julio De Vido, fue apresado y quedó detenido acusado de presunto lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y también podría enfrentar cargos por tenencia ilegal de armas.
Así, quedó más que nunca bajo la lupa de la Justicia el manejo de la obra pública durante la gestión kirchnerista que ya tiene su correlato en la causa de la ’ruta del dinero K’.
El hecho causó conmoción en todos los sectores políticos argentinos, y diversos estamentos del kirchnerismo salieron a despegarse rápidamente de López, quien en los últimos comicios fue elegido diputado del Parlasur por el Frente para la Victoria (FPV).
Según detalló la policía y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, todo comenzó cuando un vecino del Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima alertó al 911 al ver que un vehículo se detuvo y, desde allí, comenzó a arrojar bolsas hacia el interior del predio, un convento ubicado en General Rodríguez, una localidad del Oeste de la provincia de Buenos Aires.
López se desplazaba en una Chevrolet Meriva radicada en Río Gallegos (Santa Cruz).
Según las informaciones conocidas hasta las últimas horas ayer, a López se le hallaron seis bolsos con cuatro monedas diferentes: en su mayoría dólares, euros, yenes y una moneda de Qatar, que todavía no se sabe su valor; había 108 bultos de una cantidad de dinero, y 49 por otro lado, un total de 160 bultos de dinero‘. En total, el dinero efectivo suma por los menos los 8,5 millones de dólares. También portaba una carabina Sig Sauer calibre 22 con 25 proyectiles y media docena de relojes importados de alta gama: dos Rolex, dos Omega y dos Tommy (Hilfiger)‘.
El conteo de la plata, dijo Ritondo, estaba a cargo de ‘personal del Banco Provincia en presencia de funcionarios del Poder Judicial y de la Policía, por seguridad y por garantía‘. Tras indicar que inicialmente fue imputado por la fiscal Alejandra Rodríguez por ‘presunto lavado de dinero‘ pues la plata hallada ‘no se corresponde con su declaración jurada‘, reveló que López ‘entró en una fuerte depresión‘ y había ingresado ‘en un estado de shock, cuando llegó la Policía y lo sorprendió y habría querido sobornarlos‘. Agregó que ‘a las monjas les dijo que la Policía le quería robar el dinero que traía para donar al convento‘.
El exfuncionario K habría querido arrojar el dinero dentro del predio eclesiástico argumentando que había ‘robado‘ la plata para ‘donarla‘ a esa institución religiosa, según dijo una monja nonagenaria residente en ese lugar, quien además describió que López ‘es un hombre muy bueno pero estaba medio loco‘, parecía ‘enloquecido‘.
Asimismo, trascendió que ante el fracaso por intentar dejar la plata en ese sitio habría tratado de enterrarla, ya que los fajos estaban termosellados y otros con sellos de bancos y se encontró un recibo de compra de un banco de Beijing por una cantidad de dólares convertidos a yenes.
Horas después se supo que parte del dinero habría estado humedecido. Ahora quedó bajo la lupa de la investigación el origen del dinero que portaba López, ya que hubo denuncias políticas sobre la supuesta procedencia de sobornos para la adjudicación de obra pública. Asimismo, se dispusieron diligencias en el monasterio, en el cual también habrían puesto la mira la Policía y la Justicia, especialmente ante las versiones de que era frecuentado por varios funcionarios del gobierno anterior. ‘En el interior del vehículo Meriva se observó una valija cerrada‘, agregaron las fuentes y precisaron que una vez abierta la maleta se hallaron ‘fajos de dólares‘.
Luego de estar varias horas en una comisaría de General Rodríguez, López fue trasladado anoche a otras dependencias policiales en Moreno.
López, de 54 años, tucumano e ingeniero, se desempeñó como secretario de Obras Públicas de la Nación, intervino en las adjudicaciones millonarias de obras públicas y desde 2008 tiene una denuncia por enriquecimiento ilícito ante el juez federal Daniel Rafecas, que ahora se reactivó y por la cual deberá declarar mañana.
