El jugador que empieza a sentir que está dilapidando su dinero y que no puede escapar del juego compulsivo, puede solicitar su autoexclusión de las salas de juego, es decir, pedir voluntariamente que no lo dejen entrar a los salones. En el último año, tres personas han pedido y han recibido este beneficio, según explicó Guillermo Ruiz Álvarez. Para acceder a este régimen, el interesado se acerca a la Caja de Acción Social y es atendido, de manera discreta y privada, por un profesional que completa los datos. Luego, la Caja autoriza la autoexclusión, prohibiendo el ingreso de esa persona a cualquier sala de juego de la provincia, destacó Ruiz Álvarez. Además, la dependencia tiene, en su página web (www.cas.gob.ar), un link sobre juego responsable en el que figura un cuestionario que sirve para determinar si uno es un jugador adicto.