La FIFA oficializó ayer la conformación de un Comité de Regularización, que tendrá entre cinco y siete integrantes, destinado a la administración diaria de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) con un plazo máximo hasta el 30 de junio del año próximo para llamar a nuevas elecciones. De esta forma, el actual presidente, Luis Segura, dejó su cargo e incluso manifestó que hoy dará una conferencia de prensa en los Estados Unidos donde está con la Selección por la Copa América Centenario y luego regresaría al país porque “ya no tengo nada que hacer en AFA”. A su vez, ayer por la tarde se presentó en la AFA la jueza federal, Maria Servini de Cubría desautorizando la resolución de la FIFA, que había puesto a Damián Dupiellet como presidente interino.
La medida tan fuerte tuvo un importante respaldo por parte de los dirigenes sanjuaninos, algunos de ellos incluso con voz y voto en el Comité Ejecutivo de AFA, que reconocieron los ‘graves problemas de administración’ del organismo mayor en nuestro país. A su vez, avalaron esta medida debido a que entienden será un importante respaldo para ir contra la Superliga, que a criterio de los directivos consultados está pensada para el ‘negocio de los clubes más poderosos de Buenos Aires, en detrimento de los del interior del país’.
“Poner una Comisión de normalización es algo que marca un camino, aunque hay que tener mucha cautela en el tema. Pienso que si la idea es que el fútbol tenga un predominio federal es algo positivo”, afirmó el directivo jachallero y miembro del Comité Ejecutivo de AFA, José Luis Almazán, en sintonía con su colega Jorge Miadosqui, vice de San Martín y también miembro del Comité Ejecutivo, y Alberto Platero (ver aparte), flamante presidente de la Liga Sanjuanina de Fútbol.
Mientras que el presidente de Unión, Ricardo Torres, aseveró que “esto se da por los malos manejos administrativos de la AFA y eso repercute en los problemas económicos actuales. Estamos a días de arrancar las pretemporadas y no se sabe cómo se jugarán los certámenes, es algo increíble”. Algo similar opinó Luis Salcedo Garay, de Del Bono: “Acá se da una lucha entre los clubes del interior y los más pesados de Buenos Aires. Esto no es nuevo, pero nuevamente salió a la luz con el tema de la Superliga, que es algo que atenta contra la idea de hacer un fútbol federal”. Por su parte, Nacif Farias, de la Liga Caucetera y la Federación Sanjuanina de Fútbol, añadió que “no se puede hacer un torneo (Superliga) como en Europa, donde solo dos o tres clubes pelean por los títulos y tienen ingresos económicos tremendamente superiores al resto”. Por último, Oscar Moya, presidente de Desamparados hasta anoche que se tomó licencia, afirmó que “no me parece una buena idea la Superliga, pero también soy partidario que los trapitos de las instituciones se laven puertas para adentro y no con intervenciones como estas”.
En tanto, los miembros del nuevo cuerpo normalizador serán seleccionados por una delegación conjunta de la FIFA y la Conmebol, que llegará al país en los próximos días, y ninguno de ellos estará habilitado a ser candidato para presidir la AFA en los comicios de 2017.
El Comité de Regularización, que paralelamente será la Comisión Electoral durante la transición política, estará encargada de llevar adelante la actividad diaria de la AFA y revisar sus estatutos para adaptarlos a la última versión de los Estatutos Modelo de la FIFA, precisó a través de un comunicado el organismo con sede en Zúrich.
Su creación se ordenó como resultado del informe presentado por el dirigente suizo Primo Corvara, que junto a la asesora de la Conmebol, la abogada Monserrat Giménez, realizaron una veeduría en la sede de Viamonte 1366 para empaparse de la crisis política, institucional y económica de la casa madre del fútbol argentino.
En el plazo de ejercicio del Comité de Regularización dejará de sesionar el Comité Ejecutivo de AFA, que lo hacía regularmente todos los martes y fue uno de los aspectos más criticados en el informe de los veedores. Al respecto, Corvaro cuestionó la existencia de un cuerpo de 45 dirigentes, que implicaba en ‘estado de Asamblea permanente‘, según precisó en el escrito.
