"Mi esposa me contó todo lo que pasó por la nota del diario. La verdad que Axel es muy chico pero actuó como un grande. Gracias a él puedo estar acá. Es un héroe", dijo ayer Gustavo Videla a DIARIO DE CUYO, el hombre que salvó su vida gracias al auxilio de su hijo Axel, de tan sólo 6 años, luego de que ambos volcaran el miércoles con su camioneta en la curva de la ruta 20, Km 11, entre El Encón y Caucete. Gustavo se encuentra internado en el Sanatorio Brown desde las 14:30 de ese día y tanto él como su hijo están fuera de peligro. Pero ayer no pudieron reencontrarse. Por recomendación de los médicos, el papá del pequeño valiente quedará internado en observación durante 48 horas más, justamente para que alivie sus dolores (tiene politraumatismo leve y heridas varias) y pueda verlo en mejores condiciones. Mientras tanto, el valiente niño se encuentra en la casa y bajo el cuidado de su abuela Angela, en el barrio Colonia Fiscal Norte, en Sarmiento, tratando de regresar a su mundo de fantasía y juego. Y ayer no quisieron que tuviera contacto con la prensa "para no atosigarlo", dijo la mamá. "Por suerte ha dormido bien, se alimenta bien y está jugando con sus primos. Es un niño criado en el Evangelio y tiene a Dios adentro. Tiene una visión de muchas cosas que quizás nosotros no la tenemos. Él entiende todo y sabe que su papá está bien luego del accidente", dijo Angela. Efectivamente, su papá está mejor y poco a poco evoluciona.
"Axel… el camión", fueron las primeras palabras que Gustavo balbuceó luego de recuperar la noción. Su preocupación por su hijo fue tan instintiva como la heroica reacción de su heredero. "Olvidate del camión, Axel está bien", le dijo su esposa Yésica Páez a modo de chiste para liberar tensiones. Ese camión que menciona su convaleciente pronunciación, habría provocado todo, pero Videla no recuerda con exactitud qué pasó y cómo terminó tendido en el asfalto y lejos de la camioneta. Tampoco aún se pudo saber cómo es que Axel resultó prácticamente ileso y su padre herido. Sólo se puede reconstruir el infortunio a través de lo poco que pudo esbozarle a su esposa.
"Gustavo contó que un camión los pasó muy rápido y los encerró. Como su parte trasera estaba próximo a impactar con el frente de su camioneta, hizo una maniobra que provocó el vuelco", dijo Yésica. Pero más allá de las sombras del pasado, lo que reina es la luz del coraje. El orgullo que siente la mamá de Axel por su hijo es tan inconmensurable como la de Gustavo.
"Siento mucho orgullo como madre, es un varoncito de Dios. Somos de la iglesia cristiana y sé que él lo guió en todo momento. Como padres le inculcamos que siempre ayude al prójimo si necesita de algo. De chiquito fue un adulto en miniatura. Siempre fue muy ‘cuidadón’ con toda su familia", aseguró una emocionada Yésica.
No se sabe si ambos llevaban el cinturón de seguridad al momento del accidente, pero sí que la osadía de este pequeño gigante, distrajo el designio de la fatalidad y logró resolver una circunstancia de riesgo. Axel (su mamá precisó que tiene 6 y no 5 años como se informó ayer) buscó socorro y enfrentó la crudeza de su entorno entre la desértica ruta, el mareable calor, el impiadoso vuelco, el cuerpo ensangrentado de su padre en el asfalto y el agobiante silencio de la soledad aledaña. Con envidiables agallas, Axel sobrellevó sus temores, "cerró sus ojos", escuchó a su corazón y con precoz instinto protector pidió auxilio. Milagrosamente tuvo su eco. La respuesta de su infante convicción fue la movilidad del DIARIO DE CUYO que, casualmente, transportaba al chofer Alejandro Grígolo, al fotógrafo Daniel Arias y a la periodista Daiana Kaziura por la misma ruta. Así, el bondadoso azar permitió que ese momento pasara una ambulancia y Gustavo fuera trasladado al hospital de Caucete, luego al de Rawson y finalmente al Sanatorio Brown. Lo cierto es que el fatídico día "de miércoles" quedará como una desgracia con suerte y lo que se rescatarán son los valores familiares y humanos.
En situaciones extremas el miedo paraliza. Hay excepciones. Se llama Axel y con 6 años, desmitificó la creencia. Salvó la vida de su papá, la Argentina habla de él y se transformó en el nuevo héroe nacional.
