Contento pero sereno, con la tranquilidad que da el "deber cumplido", Héctor Lucero, analizaba ayer su victoria. "Se trabajó sabiendo que podría haber embalaje masivo. Las cosas se hicieron bien y pudimos concretar lo que habíamos pensado", contó.
El sprinter que no paró en todo el año, quien durante el invierno estuvo corriendo en el Norte del país, confió que se sentía bien, que estaba muy enchufado. "Anoche (por el sábado) me pesé y me di cuenta que estaba en 71 kilógramos, que había bajado cinco con respecto al invierno, ahí me dije, tengo que andar bien".
Con respecto a la carrera afirmó. "El otro día escuché a un político que dijo que a la suerte hay que ayudarla y creo que hoy ayudé a la suerte. Me preparé durante mucho tiempo para llegar bien físicamente y logré la victoria que todo mi equipo necesitaba".
A la hora de contar la definición, "Willy" fue muy claro. "Me había quedado encerrado detrás de Naranjo (Nicolás), Agüero (Emanuel) y de otros ciclistas, pero cuando ellos se tiraron por el medio me dejaron un hueco y me lancé a fondo".
