Un año y medio bastó para llevarlos al altar de la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados. Allí se casaron María Julieta Bacha (29), contadora pública; con Carlos Guillermo Guerrero (34), bioquímico. La ceremonia fue bendecida por el sacerdote Francisco Martín. Fueron padrinos por la novia, su madre y su hermano político, Sara Julieta Maradona de Flores Doncel y Fernando Echevarría. Por el novio, sus padres, Julia Wolomberg y esposo, Carlos Guerrero. Testigos, Analía Montoro y Mauricio Giménez.

Celebraron en los salones del camping de la mutual del Colegio Médico, con la organización de Palito y Marcelo González, para algo más de trescientos invitados. Previo a la cena, se desarrolló en los jardines, el acto civil que tuvo por testigos a Marcela Bacha de Echevarría, María de los Angeles Imparado de Sánchez, Natalia Turcato, Gerardo y Gabriela Guerrero, con Gabriel Romero.

Francisco Zito diseñó el vestido de novia, con el peinado de Fabián Flores y maquillaje a cargo de Gastón Chanampa. De luna de miel partieron hacia la Polinesia francesa.