Según la Cámara de Expendedores de Combustibles de la provincia, en el 2009 la venta de combustibles bajó un 20% con respecto al 2008. La merma se la atribuyen a que “las maquinarias agrícolas y de transporte no salieron de los galpones, debido a que en muchas fincas locales las inclemencias del tiempo el año pasado destrozaron los cultivos y no hubo cosecha”.

Eduardo Margarit, presidente de la entidad, dijo que “este inicio de año se nota un repunte en el consumo de combustible, pero todavía sigue siendo menor al del 2008”.

Los estacioneros que más sintieron esta disminución en las ventas son aquellos que tienen sus bocas de expendio en zonas tradicionalmente agrícolas como Caucete, Pocito, Albardón, Angaco, entre otras.