El plantel de Racing recibió ayer la visita de la barra brava, que cuestionó el nivel futbolístico del equipo en la derrota ante Tigre por 4 a 1 y reclamó, en una charla con los jugadores, también con pintadas y banderas, un cambio de actitud para que el equipo de Avellaneda no corra riesgo de descenso en esta temporada.
La apretada de los barras a los futbolistas abarcó una charla que mantuvieron durante quince minutos con Pablo Migliore y Franco Sosa -también lo hicieron con Ricardo Caruso Lombardi-, antes del entrenamiento, más pintadas agresivas y amenazantes, que aparecieron en la mañana de ayer, sobre el pasaje Corbatta, las que fueron tapadas por personal del club antes del mediodía.
Racing lleva diez partidos sin ganar, está en zona de promoción, cambió el entrenador hace menos de dos semanas y esto disparó la impaciencia de los hinchas, quienes reclaman otras respuestas futbolísticas y anímicas de parte de los jugadores.
Con todos estos condimentos, el clima de violencia está en aumento en el club de Avellaneda, porque el domingo a la noche, la barra brava se encargó de llenar el pasaje Corbatta de pintadas agresivas hacia el plantel, que se entrenó por la mañana, en Avellaneda.
Las pintadas no ahorraron comentarios hirientes, ironías y fuertes amenazas, porque una de ellas decía, claramente, que "permanencia o muerte. Ganen o al cajón". Y otra era contundente: "basta de papelones. Hay balas para todos".
Las leyendas sobre las paredes del pasaje Corbatta también exhibieron las broncas de los hinchas, con menciones como "Pongan huevos, p…", o "vayan al frente, esto es Racing".
