No cabe duda que nuestro carácter latino nos lleva a magnificar las situaciones, que otras razas, como la aria, suelen tomarse con soda. A un mes del Mundial los alemanes se quedaron sin su jugador más representativo, Michael Ballack. El capitán y referente sufrió la rotura de los ligamentos de su tobillo derecho en el partido en que su equipo, el Chelsea, ganó la Copa Inglesa ante el Portsmouth. La pregunta es ¿qué hubiera pasado si el lesionado hubiera sido Messi en Argentina o Kaká en Brasil? Con el exitismo que se trata el fútbol en estos países, no cabe duda que hubiera sido un tema de Estado y que las acciones de sus selecciones hubiesen caído considerablemente.
Los alemanes acusaron el golpe y primero condenaron a Boateng, el rival que lesionó a su máxima estrella, pero después enfocaron sus cañones en lo que venía y le dieron cancha y apoyaron a Mesut Özil, un volante de 21 años que juega en el Werder Bremen, quien ayer en el debut ante Australia mostró que está hecho de buena madera.
Desde su endiablada zurda, Özil construyó la mayoría de los ataques alemanes y sus movimientos resultaron una verdadera pesadilla para la ingenua defensa australiana.
Alemania expuso sus ambiciones en el primer tiempo y después, en el complemento, al quedarse con un hombre de más (por la expulsión del australiano Tim Cahill), no tuvo piedad de su adversario en el marcador y derrotó 4 a 0.
Inteligente, de buen dominio, interesante movilidad e incisivo, Özil se erigió en la manija de un equipo que marcó claras diferencias ante un endeble rival. Los "Panzers", denominación que se les da a sus grandotes delanteros comparándolos con los tanques que utilizaron en la segunda guerra mundial, estuvieron activos y acertados. Lukas Podolsky y Miroslav Klose, con un remate a quemarropa, el primero y un impecable cabezazo, el segundo; abrieron la puerta a la victoria clara y contundente. Thomas Muller y Cacaú, en el segundo tiempo le pusieron el moño al regalo.
Alemania arrancó su camino mundialista con el pie derecho, porque consiguió la primera goleada de la competencia y desde su juego veloz, prolijo y eficaz, encendió la alarma para sus futuros adversarios.
Hay que recordar que en los Octavos de Final, los dos clasificados del Grupo D (en el que está Alemania) se medirán con los que resulten vencedores en el Grupo C, que integran Inglaterra, Estados Unidos, Eslovenia y Argelia.
Es cierto que Australia no es medida para un país que desde 1954 siempre está entre los ocho mejores, con tres títulos en su haber. Pero también es verdad que estos partidos hay que ganarlos como se debe. Así como lo hizo Alemania, sin mostrar margen para la duda. Dejando en claro quien es quien en el planeta fútbol.
Faltó Ballack. ¿Pero alguien se acordó de Ballack? Özil y sus compañeros fueron cumplieron con los deberes y mostraron que se recuperaron del golpe anímico que significó perder a su jugador emblema a 29 días del debut triunfal de ayer en Durbán.
