�El 6 de septiembre de 2014, hubo otra intervención en la Casa de Sarmiento. El Carrascal se convirtió en un aula. Colocaron bancos de colores en donde la gente, que pasaba por el lugar, podía expresar lo que deseara con fibras, para homenajear a los docentes. Esta intervención fue todo un éxito, sobre todo entre los más jóvenes.