Buenos Aires, 11 de marzo.- La renuncia de Juan Román
Riquelme al seleccionado argentino fue tema insoslayable en la jornada de
entrenamiento que cumplió hoy el plantel de Boca Juniors en Casa
Amarilla y conformó un entorno diferente del habitual, con mucha
más gente que en el común de los días.

De entre los socios que lograron ingresar al predio, lo más
notorio fueron tres banderas referidas a la resolución tomada por el
jugador, todas en su apoyo y en uno de los casos descalificando
abiertamente al seleccionador Diego Maradona.

En el "trapo" en cuestión, con letras negras sobre fondo
blanco, se leía: "Volvé, Román, Dios no existe", con el número "1" en
lugar de la letra "i" y el número 0 en lugar de la letra "o"
conformando la palabra "Dios", en explícita referencia a Maradona.

Sobre una bandera argentina, se leía: "Perdónalos, Román, no
saben lo que hacen", así, con acento sobre la "o" de "perdónalos",
parafraseando a Jesucristo en el momento de su crucifixión.

En una tercera bandera, ésta con los colores de Boca, se leía:
"Román, mi único héroe", lo que puede interpretarse también como
una alusión más indirecta al director técnico del conjunto
nacional.

Riquelme llegó a la práctica quince minutos después de la hora
acordada, lo que se atribuyó a trastornos de tránsito en la zona
norte del conurbano bonaerense, y participó con la mayoría de sus
compañeros en la sesión de ejercicios conducida por el profesor
Juan Manuel Alfano.

Después, también tomó parte en la práctica de fútbol en
espacios reducidos llevada a cabo en un pequeño "corralito" aledaño a la
cancha principal, alternándose equipos de cinco jugadores.

Algunos observadores coincidieron en que, en cuanto a la
predisposición para el trabajo, se lo notó mejor que en los últimos
tiempos, aunque en todo momento permaneció más bien serio.

Con todo, durante el entrenamiento se lo vio intercambiar
bromas con algunos compañeros, como su amigo Luciano Figueroa.
Finalmente, fue uno de los primeros en dejar el campo junto
con uno de sus compañeros más cercanos, Hugo Ibarra, y como era de
prever, se retiro sin hacer declaraciones.

Los representantes de los medios triplicaron el número normal
para un entrenamiento de día miércoles y un canal de televisión
comenzó a emitir imágenes del entrenamiento en directo, algo que
Boca no permite, por lo que un encargado de prensa debió dirigirse
amablemente a los camarógrafos para recordarles la regla vigente.

Como también resultaba fácil de imaginar, todos los
futbolistas y también los integrantes del cuerpo técnico prefirieron evitar
el contacto con el periodismo, para no verse obligados a referirse
a un tema en el cual, presumiblemente, es poco lo que tienen por
decir.