“Estamos dolidos, quebrados. Nunca pensamos estar viviendo algo así. Ella no vendió a la bebé”, afirmó A.C., hermana de la mujer a quien investigan por los posibles delitos de supresión de estado civil y de identidad luego de que aparentemente entregó a su bebé a una familia y avaló una maniobra para asentarla con otro apellido. La mamá está detenida y sus cuatro hijos quedaron separados, dos en un hogar del Estado y dos con un familiar, por lo que los tíos de las criaturas pidieron ayer cuidarlos hasta tanto se resuelva la situación.
A.C. (se reserva la identidad para proteger a los menores de edad) desmintió que su hermana vendiera a la bebé por $4.000. “Los $4.000 que le dieron eran para ayudar a la otra nena más grande, que está en el jardín de infantes. No hubo venta, ni nada de eso que dicen”, afirmó. “Ella no está bien económicamente y por eso hace un tiempo me la traje a mi casa porque no tenía ni para comer. Yo tengo cinco hijos y una casa chica, pero somos muy unidos todos los hermanos y nos ayudamos siempre”, expresó la mujer, quien es casera de una finca. La vivienda es de adobe y cañas, con patio barrido y regado, pegado a unos viñedos. Los hijos de A.C., educados y bien peinados, jugaban ayer en el patio aún sin entender del todo lo que está sucediendo con los grandes y, especialmente, con sus primos.
SEPARADOS
Los cuatro hijos de la mujer detenida están separados. Las dos nenas (la bebé y la mayor de 5 años) se encontraban con la madre cuando la detuvieron. Y ahora permanecen en un refugio dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano. A su vez, los varones de 3 y 2 años están en la casa de uno de los tíos, a pocos kilómetros de la finca.
“Queremos que los niños vuelvan a la familia. Mi hermano puede seguir con los varoncitos y yo puedo tener a las nenas, por lo menos hasta que se aclare todo. Así van a estar en contacto. No quiero pensar lo que debe sentir mi sobrina más grande, que de haber estado con la mamá pasó a dormir en un hogar del Estado. Yo sé que los niños están sufriendo y por eso los queremos de nuevo en la familia”, agregó
SU VERSIÓN:
R.C, otro de los hermanos de la mamá detenida, aseguró que todo sucedió por la confianza de la chica. “Ella tiene una personalidad muy blandita, muy inocente y confía mucho en las personas. Y todo este problema empezó porque la otra mujer (Carolina Castro, también detenida) se la pidió para cuidarla y tenerla un rato, porque parece que ya hasta habían hablado de que iba a ser la madrina. Pero empezaron con que a la tardecita la llevaban, que al otro día y así. Después le dijeron que si la asentaban con el apellido de ellos, la bebé iba a tener obra social y muchos beneficios; y mi hermana confió. Pero cuando ella se dio cuenta de lo que le estaba pasando, puso la denuncia para recuperar a su hija”, relató R.C.
“Yo le estoy llevando la comida a la comisaría donde está detenida y cada vez que llego, está llorando. Quiere hablar con el juez y aclarar todo para poder estar con sus hijos”, expresó.
La mamá detenida es la más chica de las mujeres, en una familia de 11 hermanos. Según contaron, no tiene ayuda paterna para criar a sus hijos, a la vez estuvo recibiendo un plan vinculado a la finalización de estudios secundarios.
R.C. adelantó que la iglesia evangélica a la que asiste la mamá pagará el abogado que intervendrá en el caso, que por un lado lo lleva el Cuarto Juzgado de Instrucción; pero que también va a involucrar en las próximas horas al de Menores.
Mientras tanto, ayer comenzaron las evaluaciones de los equipos técnicos del Ministerio de Desarrollo Humano en la familia de la mujer. Según informó Marcelo Bartolomé, director de Niñez, Adolescencia y Familia, están investigando las condiciones en las que viven los niños, los diferentes núcleos familiares y otros factores para determinar qué es lo mejor para esas criaturas mientras la madre siga detenida y afronte el proceso judicial. “Lo ideal es que los hermanos vuelvan a estar juntos y en el mismo seno familiar. Vamos a determinar si efectivamente están dadas las condiciones para eso. De lo contrario, van a pasar a un hogar estatal”, dijo Bartolomé.
