“Vaya caminando, no se suba a la bicicleta a ver si se cae”, le aconsejó su sobrina Pamela, que lo miraba desde la puerta. Hugo González, con sus 67 años y dos vinos encima, no le hizo mucho caso y a los metros nomás montó su bici. Confiado, tomó por la calle de ripio y como vino agarró el envión para subir al puente que atraviesa el canal Benavídez. Algo le pasó en esos segundos que cayó con su rodado y, al no haber barandas, se fue directo al fondo del cauce. Su propio sobrina lo vio y pese a los intentos por rescatarlo, el albañil se perdió en la correntada y más tarde fue encontrado ahogado casi a un kilómetro aguas abajo, en las compuertas de una vieja usina.
Fue un accidente absurdo el de ayer a la madrugada, pero con un resultado fatal para Hugo Nicolás González (67), un albañil que alquilaba una habitación en calle Laprida de Villa Lourdes, Rivadavia. El jueves a la tarde, el obrero fue como todas los días a visitar su hermana y su familia al lote 14 de Villa Giuliani, distante a dos cuadras de su pieza y del lado Norte del canal Benavídez. Juana González, su hermana, contó: ‘cenó con nosotros. No era de beber seguido, pero charlando se tomó dos vinos con mi marido’. Minutos después de la 1 de ayer, Hugo González agarró su bicicleta y se despidió. Su sobrina Pamela lo acompañó hasta la puerta del alambrado y le dijo: ‘vaya caminando, no se suba a la bicicleta a ver si se cae. Vi que caminó un poco, pero al llegar a la segunda casa trepó a la bicicleta, empezó a pedalear y giró para tomar el envión para meterse al puente’ de calle Costa Canal, a la altura de Dorrego. La mujer explicó que volteó la mirada y en eso ‘escuché el golpe del pedal. Cuando volví a mirar a mi tío, ya iba cayendo al canal, boca abajo y con los brazos abiertos’. La chica y unos jóvenes corrieron para tratar de salvarlo, pero ‘mi tío no reaccionaba, parece que iba inconsciente. Lo seguimos, pero después no lo vimos más’. La policía lo encontró en las compuertas de la usina ubicada al Oeste de calle Maradona.
