Bélgica, rival de Argentina en los cuartos de final del Mundial de fútbol Brasil 2014, tiene como principal virtud la desfachatez que le imprimió el entrenador Marc Wilmots a un plantel conformado por jugadores jóvenes y otros de experiencia, que se desempeñan en las ligas más importantes de Europa. Wilmots, de 45 años, le cambió la cara al fútbol belga, que estuvo ausente en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, las últimas dos Copas del Mundo, al construir un equipo que tiene todo: un gran arquero, una defensa sólida, un mediocampo que combina marca, despliegue y juego, y una delantera temible.
Así, se clasificó para el Mundial luego de ganar invicto el Grupo A de la Eliminatoria Europea, con 26 puntos, producto de ocho triunfos y dos empates. En Brasil 2014 ratificó lo bueno que hizo en su camino mundialista, aunque quizá le faltó un poco de vuelo futbolístico, al adjudicarse el Grupo H, con puntaje ideal, tras derrotar a Argelia (2-1), Rusia (1-0) y Corea del Sur (1-0), y vencer en tiempo suplementario en los octavos de final a Estados Unidos (2-1).
El seleccionado belga por sus características ofensivas pueden beneficiar al rendimiento de Argentina. Bélgica intenta jugar siempre y tiene individualidades que pueden inquietar a cualquier defensa, pero esa idea, que para su entrenador Marc Wilmots es irrenunciable, puede permitirle a Lionel Messi, Angel Di María y el resto de los jugadores de ataque argentinos moverse con más espacios. De mantener la idea que mostró en lo que va del Mundial, y principalmente en el agónico triunfo frente a Estados Unidos, al que le creó más de quince situaciones de gol, Bélgica será un rival de sumo cuidado para la endeble defensa argentina, pero a la vez le dará oportunidades de atacar con espacios, algo que casi no ocurrió hasta el momento.
El conjunto europeo tiene jugadores de gran actualidad en puestos clave. Pese a sus 22 años, Thibau Courtois, del Atlético Madrid, es uno de los mejores arqueros del momento, y Kompany, del Manchester City es el capitán y la voz de mando en defensa. En el mediocampo, Witsel y Fellaini son claves en la contención y tendrán el trabajo más difícil, que es intentar evitar que Messi juegue con espacios y de frente al arco, mientras que en el ataque aparecen Eden Hazard, una de las figuras del Chelsea inglés, Kevin De Bruine y Lukaku. Que sea Bélgica el rival argentino en cuartos de final supone riesgos, porque cuenta con jugadores de muy buena técnica, pero a la vez una ventaja que difícilmente daría un seleccionado como Estados Unidos. Es que pese a contar con menor jerarquía individual, Estados Unidos hubiese apostado por un férreo esquema defensivo para intentar desactivar a Messi y a las buenas individualidades argentinas y complicaría esperando de contra y apelando a un juego muy intenso físicamente.
Bélgica, en su duodécima presentación mundialista, va por la gloria, porque Wilmots y compañía quieren que Brasil 2014 sea "su’ Copa del Mundo.
