¿Una máscara facial con láminas de oro? Existe y por llamativo que parezca es sólo uno de los tantos ejemplos de cómo una amplia gama de minerales ganan su espacio dentro de la cosmética y van desde las alternativas de alta gama a productos más simples y domésticos como puede ser una pomada dermoprotectora con óxido de zinc para las paspaduras en los bebés. Desodorantes, cremas faciales, limpiadores y maquillajes, integran el ranking de productos que los contienen.

Las razones por las que las empresas cosméticas apuntan a este nicho es mucho más que una cuestión de marketing y tiene que ver con la posibilidad de reemplazar componentes sintéticos por ingredientes minerales que resultan inocuos para la piel. Una revisión en la historia permite corroborar estos beneficios y en ese sentido los egipcios con los mayores exponentes. El típico delineado de los ojos lo hacían con khol, el que obtenían de la galena o la antimonita, pintaban sus labios con óxido de hierro humedecido o empleaban friegas de arena para lavar su piel y polvo de alabastro para hacerse un buen peeling.

“Los minerales y oligoelementos que brinda la naturaleza en estado puro, permiten a la piel absorber todo lo que precisa para mantenerse joven y saludable. Ya nuestros ancestros sabían todo lo que precisábamos para mejorar todos los aspectos de la salud, empezando por la piel que es el órgano más importante del cuerpo”, explicó Nelly Rossi, propietaria de la Finca Termal Los Huarpes, en Pismanta y el lugar desde donde produce su propia línea cosmética –Nell Ross- la cual tiene en los minerales del fango termal la fuente de su esencia.

El paso del tiempo, la mala alimentación y el stress, contribuyen a la pérdida de estos minerales y oligoelementos esenciales, de allí a que su incorporación mediante la cosmética resulte un aporte a considerar. “Son utilizados la gran variedad de minerales que da la tierra, no solo en la parte estética sino también ayudan a mejorar otros tipos de problemas. Por ejemplo, el cobre estimula la circulación sanguínea, favoreciendo la producción de colágeno, que es la proteína que da elasticidad a la piel. El azufre ayuda a mejorar las pieles acnéicas y seborreicas. El magnesio, zinc, fósforo, litio y muchos otros, son indispensables para mantener el equilibrio del organismo”, detalló Rossi. Por otra parte, son componentes que no desarrollan bacterias, por lo que pueden guardarse por un largo tiempo sin alterar el producto.
En esta edición, los minerales más utilizados y sus aplicaciones en diferentes productos cosméticos.